Más vale comer verduras sazonadas con amor que un festín de carne sazonada con odio (Proverbios 15:17).
John Gottman publicó un ensayo titulado The Mathematics of Divorce [Las matemáticas del divorcio]. Es un análisis riguroso y preciso de las relaciones de pareja, que, después de analizar una conversación entre ellas durante quince minutos (como te comenté ayer), le ha permitido predecir con un noventa y cinco de precisión qué parejas se divorciarán en un lapso de quince años.
Lo que John mide no es el contenido de la conversación sino cómo se desarrolla esa conversación. Todas las parejas tienen que discutir temas negativos. Lo importante es que tal discusión sea hecha de forma positiva. Si tienes novio o novia, o ya te casaste, analiza el tono de tu conversación. Es triste, pero muchas parejas de novios no saben conversar. De hecho, debido a que muchas de sus conversaciones se tornan negativas, prefieren no conversar, sino hacer cosas o ir a lugares para distraerse y no tener que hablar. Y cuando los novios no invierten suficiente tiempo en comunicarse, entonces entran en un área de alto riesgo: comenzar a fundamentar su relación en besos y caricias, lo cual puede conducir a relaciones sexuales. Esas relaciones están destinadas al fracaso. Existe atracción pero no hay amor.
¿Te das cuenta de la importancia de saber expresarte bien? Es posible que estés muy enamorado de una persona, pero no saber articular dichos sentimientos puede ser fatal para tu relación sentimental. El contenido de una conversación revela lo que un individuo es. A veces las apariencias engañan. Pero es así como se conoce a las personas.
Lo mismo pasa en nuestra relación con Jesucristo. Muchos jóvenes únicamente quieren entretenerse con un buen programa de iglesia. Buena música, buenos sermones, una comunidad cariñosa, el compañerismo de amigos cristianos, etcétera... Pero no saben conversar con Jesús. No tienen una relación personal. Cuando se arrodillan para orar consideran que están frente a un desconocido y les resulta una experiencia extraña. También en este caso existe atracción, pero no hay amor. Lógicamente, esa relación tiene muchas posibilidades de fracasar. ¿Cómo estás tú? ¿Qué clase de contenidos tiene tu oración?
La buena noticia es que Jesús está dispuesto a escucharte en todo momento. Empieza hoy mismo. Necesitas fortalecer tus vínculos con él. De otra manera, tarde o temprano te alejarás de su presencia. Recuerda que el amor es como una planta que se debe cultivar.
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez
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