martes, 28 de mayo de 2013

VISIÓN CIEGA

Porque me has visto has creído”, le dijo Jesús; ‘dichosos los que no han visto y sin embargo creen’ (Juan 20:29).

La mayoría de las personas no piensa en lo extraordinario que es el don de la vista, visión es tan simple y automática que no nos damos cuenta de que es un proceso increíblemente complejo y en gran medida todavía misterioso para la ciencia.

Hace algún tiempo, Diana Fletcher buscó la ayuda del doctor David Milner, de la Universidad Saint Andrews, en Escocia. Como resultado de una grave intoxicación con monóxido de carbono, Diane había quedado prácticamente ciega. Podía reconocer colores y textura pero no las formas de los objetos o los rostros. No podía distinguir el rostro de su esposo o la letra más grande en una prueba para la vista, ni siquiera si el doctor le mostraba dos o tres dedos mientras la reconocía.

Mientras el doctor Milner la examinaba, levantó un lápiz y le preguntó: “Diana, ¿qué es esto?” Al principio Diana quedó confundida, pero después hizo algo extraordinario: extendió la mano y tomó con perfecta naturalidad y precisión el lápiz de la mano del doctor ¿Cómo lo hizo si no podía ver? Milner decidió hacer otros experimentos. Le dio a Diana una carta y le pidió que la introdujera en la abertura de un buzón. Diana le dijo que no podía  porque no podía ver el buzón. Milner no se dio por vencido.

-Vamos, inténtalo-le dijo-. Solo haz como si enviaras una carta por correo.

Diana tomó la carta, la dirigió hacia el buzón y giró la mano para que entrara perfectamente por la ranura. No fue una casualidad. Diana y otras personas con su mismo trastorno pueden alinear objetos espacialmente. Esto es lo que Larry Weiskrantz y sus colegas de la Universidad de Oxford han llamado “visión ciega”. Los científicos creen que esto sucede porque diferentes elementos de la visión (color, profundidad, textura, movimiento, orientación espacial, etcétera), son procesados en diferentes partes del cerebro. Como resultado, en cierto tipo de accidentes las personas pierden algunos aspectos de la visión pero no otros. Aparentemente, Diana no había perdido el aspecto de la orientación espacial.

Podríamos decir que la fe es parecida a la visión ciega. Muchas veces Dios nos pide que hagamos algo, pero no obedecemos porque no podemos “ver” la forma en que Dios cumplirá lo que nos ha prometido. Sin embargo, si obedecemos aunque no veamos. Dios cumplirá su palabra. Recuerda: “Dichosos lo que no han visto y sin embargo creen”. Decide hoy actuar por fe en las promesas de Dios, no por vista.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

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