La lengua que brinda consuelo es árbol de vida. Proverbios 15:4. El sabio tiene los ojos bien puestos, pero el necio anda a oscuras. Eclesiastés 2:14.
Es frecuente que, en una visita al médico, este nos pida que le mostremos la lengua y que también se dedique a examinar nuestros ojos. Parecería que dichos órganos muestran, en alguna medida, el estado general de nuestra salud. Lo anterior no solamente tendría que ver con la salud física, sino también con la salud emocional y la espiritual. En la Epístola del apóstol Santiago leemos: “La lengua es un fuego, un mundo de maldad. Siendo uno de nuestros órganos, contamina todo el cuerpo y, encendida por el infierno, prende a su vez fuego a todo el curso de la vida” (Sant. 3:6-7).
Los movimientos de la lengua modulan los sonidos que sirven para formar las palabras. Por otro lado el significado de las mismas demostrara lo que somos internamente. Las mentiras, las palabras groseras, las bromas de doble sentido, darán evidencia de una pobre salud espiritual y emocional. Al contrario, las palabras bondadosas, las expresiones de amor, afecto y tolerancia dirigidas a los demás, serán el fruto de una persona mentalmente sana. En cuanto a los ojos, la Palabra de Dios dice: “El ojo es la lámpara del cuerpo”.
Por tanto, si tu visión es clara, todo tu ser disfrutara de la luz. Pero si tu visión está nublada, todo tu ser estará en oscuridad. Si la luz que hay en ti es oscuridad ¡Que densa será esa oscuridad!” (Mat. 6:22-23). Cuantas personas hay que únicamente con su presencia oscurecen el ambiente. Poseen una visión pesimista de la vida, tan solo ven obstáculos donde podrían ver oportunidades. No reconocen ni aprecian los intentos que otros realizan para proveerles luz y felicidad y, sobre todo, no están en capacidad de ver las bendiciones que Dios les da cada día. ¡Viven en las sombras de la amargura!
Esta mañana es un buen momento para que permitas que el Médico divino examine tu lengua y tus ojos. Si el diagnostico resulta negativo, por favor sométete a la intervención que el considere que más te conviene. El Señor dará sabiduría a tu lengua y una nueva luz a tus ojos. Si, por el contrario, el examen muestra que tienes una lengua sana y una visión clara, ¡alaba al Señor y continua siendo una bendición para todos los que te rodean!
Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado
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