«Y que los nuestros aprendan también a hacer el bien y a ayudar en casos de necesidad, para que sus vidas sean útiles». Tito 3: 14
¿Alguna vez has ayudado a tus padres a hacer algo importante? ¡Qué bien se siente!, ¿verdad? Aquí, en la Biblia, se encuentra la historia de un niño que amaba a Jesús y se levantó muy temprano para ir a verlo. Su mamá le preparó comida y se la puso en una bolsa. Llevaba panes y unos pececitos.
Después de ver a Jesús, el niño escuchó que Jesús quería alimentar a todas las personas que estaban allí, porque tenían hambre. El niño le dio su comida a Jesús y con esa comida Jesús alimentó a toda la gente. ¡ Fue un milagro!
¡Qué felicidad! El niño había ayudado a jesús a alimentar a las personas hambrientas. Tú también puedes ser su ayudante.
Aunque eres pequeño puedes hacer muchas cosas para ayudar a Jesús. Como hablarles a otros de Jesús. O acompañar a un ancianito y hacerlo reír. Quizás ayudar a mami en sus labores. Y si llevas merienda a tu escuela puedes compartirla con alguien que no tenga. Te sentirás muy bien al hacerlo.
Oración: Querido Jesús, permíteme ayudarte siempre.
Tomado de devocionales para preescolares 2016
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
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