Tu Oración: Querido Dios, te doy gracias por el alimento que cada día le das a todos los animales.
Versículo para hoy: “Lo que dejaron las langostas grandes lo devoraron las langostas pequeñas; lo que dejaron las langostas pequeñas se lo comieron las larvas; y lo que dejaron las larvas se lo comieron las orugas”. Joel 1:4.
¿Te has dado cuenta de que cada animal come según el lugar y el clima donde vive? Después de que Dios hizo a los animales, estos comían granos, frutas y plantas. Pero, cuando Adán y Eva desobedecieron, todo sufrió un cambio. Ahora los animales tendían que buscar su alimento. Algunos hasta mataban a otros animales para poder vivir.
A esto se le llama “cadena alimenticia”. Por ejemplo, en la sabana viven animales que comen plantas como las cebras, pero también viven los leones, que se comen a las cebras. En el mar sucede lo mismo. Está el plancton, ¿lo recuerdas?
Pues la caballa o macarela come plancton, a ella se la come el atún y el tiburón se come al atún.
Cuando vivamos en el cielo con Dios, ya no hará cadenas alimenticias. El tiburón, la caballa y al atún nadarán juntos en el mar. La cebra y el león correrán como amigos. Pero mientras vivamos acá en la tierra, cuidemos lo que Dios creó.
Un poquito de ciencia
Dibuja en tu libreta de observaciones las cosas que te gusta desayunar, comer y cenar, en ese orden. ¡Es como tu propia cadena alimenticia!
Tomado de Devoción matutina para niños pequeños 2016
Pequeños científicos de Dios
Por: Cesia Alvarado Zemleduch
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