Cuando nos
sobrevienen situaciones difíciles y nuestra fe parece desmayar, podemos tomar
como referencia la siguiente experiencia de Moisés en el desierto: “Los
amalecitas se dirigieron a Refidim para pelear contra los israelitas. […]
Moisés, Aarón y Hur subieron a lo alto del monte. Cuando Moisés levantaba su
brazo, los israelitas dominaban en la batalla; pero cuando lo bajaba, dominaban
los amalecitas. Pero como a Moisés se le cansaban los brazos, [ ] Aarón y Hur
le sostuvieron los brazos, uno de un lado y el otro del otro. De esta manera
los brazos de Moisés se mantuvieron firmes hasta que el sol se puso, y Josué
derrotó al ejército amalecita” (Éxo. 17:8-13).
Vemos aquí tres
elementos clave en la lucha cristianad) confiar nuestro destino en las manos
del Señor. Eso es lo que hizo Moisés cuando “subió a lo alto del monte”: orar
para que el Señor actuara y decidiera su destino. 2) Apoyamos en personas de fe
que puedan sostener y alentar nuestro ánimo, para que su apoyo nos dé fuerzas
cuando más las necesitamos. 3) Hacer lo que esté a nuestro alcance para obtener
esa victoria, sin escatimar esfuerzos.
“Así como los
hebreos triunfaban cuando Moisés elevaba las manos al cielo e intercedía por
ellos, así también triunfará el Israel de Dios cuando mediante la fe se apoye
en la fortaleza de su poderoso Ayudador. Sin embargo, el poder divino debe
combinarse con el esfuerzo humano. Moisés no creyó que Dios vencería a sus
enemigos mientras Israel permaneciese inactivo. Mientras el gran líder
imploraba al Señor, Josué y sus valientes soldados estaban haciendo el supremo
esfuerzo para rechazar a los enemigos de Israel y de Dios” (Patriarcas y profetas,
p. 306). Ya lo ves, obtendremos victorias cuando 1) mediante la fe, nos
apoyemos en Dios; 2) combinemos el poder divino con la ayuda de personas de fe
y 3) pongamos todo el esfuerzo humano que sea necesario.
Recuerda levantar
tus manos al cielo, la morada de Dios y de donde viene nuestro auxilio y
fortaleza. Recuerda pedir la ayuda humana que necesitas. Recuerda hacer todo lo
que esté en tu capacidad, sin permanecer inactiva.
DEVOCIÓN MATUTINA
PARA DAMAS 2020
UN DÍA A LA VEZ
Patricia Muñoz Bertozzi
Lecturas Devocionales para Mujeres 2020
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