Dina, la hija que Lea había dado a luz a Jacob, salió a ver a las hijas del país (Génesis 34:1).Los comentaristas concuerdan en que Dina no pudo haber tenido mucho más de 15 años cuando fue deshonrada. El historiador judío Flavio Josefo menciona una antigua tradición según la cual Dina quiso unirse a las niñas de Siquem en una ocasión en que los siquemitas celebraban una gran fiesta (ver Antigüedades i. 21.1). Se trataba de una visita amistosa, ya que posiblemente Dina tenía la costumbre de asociarse con las niñas de Siquem. Siempre es peligroso asociarse innecesariamente con la gente del mundo.Dina sentía curiosidad por conocer los hábitos y las costumbres de sus vecinos, lo que la indujo a intimidar con ellos. Se alejó de la supervisión paterna y de la admonición de permanecer separada de los idólatras y de sus hábitos, pues «las malas compañías corrompen las buenas costumbres» (1 Cor. J 5: 33, BJ). Cada paso la fue acercando más a la desgracia.Los habitantes de Canaán representaban para la familia de Jacob lo que el mundo representa hoy para los cristianos. Eso que llamamos «conocer mundo» puede significar estar jugando con la muerte eterna. Entonces, ¿cómo vivir en el mundo sin mezclarnos con él? Alejándonos de sus malas costumbres. Jesús hizo esta oración por ti: «No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal» (Juan 17: 15).Cuando era adolescente, mis compañeras de aula me visitaban para estudiar y conversar. Mis padres me enseñaron a ser selectiva con las personas que podían entrar en mi círculo de amistades, pero sin despreciar a nadie. Ellas podían venir y conversar conmigo en el portal, pero cuando la conversación se extendía más de lo que mi madre consideraba prudente, por la ventana me hacía una señal para que subiera a casa. A veces yo no entendía por qué tanto rigor. De más está decir que agradezco a mi madre por haberme ayudado a organizar mi tiempo. Mi vida es distinta a la de muchas de mis compañeras porque no participé de sus hábitos.Vivir en un lugar no implica que debas participar necesariamente de sus costumbres.Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.Mateo 11:28.Mientras cursaba el segundo año de ingeniería electrónica vi el estrés "personificado" en Matías, un compañero de estudio. Estábamos por rendir el examen final de una de las materias más importantes de ese año, y todos nos habíamos preparado durante semanas para salir exitosos. Cada día habíamos dedicado entre ocho y diez horas al repaso de una materia que sería difícil de aprobar. Finalmente llegó el día del examen. Era una tarde lluviosa de invierno; y después de recibir del profesor las instrucciones pertinentes, comenzamos a desarrollar los ejercicios propuestos. Después de dos horas, Matías comenzó a golpear el banco con su lápiz, tornándose algo molesto. Como todos estábamos muy alterados y concentrados en el examen, nadie le dijo nada, pero los golpes se fueron haciendo cada vez más intensos, hasta que el profesor se levantó de su escritorio y se dirigió adonde estaba Matías. Cuando el profesor tocó su hombro, Matías se cayó de su silla, y con el lápiz en su mano continuó golpeando el suelo. Rápidamente, algunos compañeros lo levantamos y lo llevamos al baño para mojarle el rostro con agua fría; en ese momento volvió en sí, llorando y temblando como una hoja.¿Qué había pasado con Matías? El consenso fue que había tenido un "ataque" de estrés. El estrés es la respuesta del cuerpo y de la mente ante una determinada exigencia proveniente de alguna persona o situación que se nos presente. Todos sufrimos estrés en algún momento de la vida, ya que todos tenemos situaciones que demandan y exigen de nosotros algo más de lo que estamos acostumbrados a dar. El problema ocurre cuando se deteriora la salud mental o física a causa del estrés. Esto ocurre generalmente cuando el estrés es permanente.¿Cómo combatir el estrés para no perder la salud? Son muchos y variados los consejos que podría compartir contigo sobre el tema, pero si adoptas una actitud positiva ante los problemas, aprendes a administrar tus tareas diarias, tienes una buena escala de valores y te riges por ella, tomas tiempo diariamente para relajarte y confías plenamente en Dios, verás que el estrés no minará tus energías.Si en algún momento sientes que el estrés te está trayendo problemas, acepta la invitación de Jesús, que te dice: "Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar".Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Juan 11:25.Cuando Moody, el gran evangelista estadounidense, fue invitado en cierta oportunidad a predicar en una ceremonia fúnebre, buscó en los cuatro evangelios algún sermón fúnebre de Jesús; pero no encontró alguno. Concluyó, entonces, que Jesús había acabado con todos los entierros a los cuales concurrió.La muerte huía de su presencia. Por donde el Maestro pasaba, pasaba la vida. En la tumba de Lázaro, ordenó: "Lázaro, ven fuera". La orden fue específica: "Lázaro; solo tú"; porque, si no lo hubiese hecho así, todos los fallecidos habrían resucitado. Tal era el poder de Jesús delante de la muerte.El versículo de hoy fue tomado de la ocasión en que Jesús llegó a la casa de María y Marta. Ambas hermanas estaban tristes: el hermano mayor había fallecido hacía ya cuatro días; el relato puntualiza que ya olía mal. Desde el punto de vista humano, ya no había más esperanza de resurrección. Hay momentos así todos los días, en las diferentes áreas de la vida. El dolor y la adversidad te golpean de tal manera que pierdes la esperanza; te sientes como una hoja arrancada, que el viento arrastra. Pero, el Señor Jesús estaba allá, y declaró: "Yo soy la resurrección". Sus palabras significaban que nada está perdido en su presencia. La resurrección y la vida no es algo que Jesús ofrece: él es todo eso.Por lo tanto, si en este momento tienes los sueños destruidos, tus planes hechos pedazos, tu hogar acabado, tu vida profesional en estado cadavérico, todo lo que necesitas es correr a los brazos de la Persona Resurrección. En él, todo renace: renace la esperanza, los sueños y los ideales.Nada hay que Jesús no pueda hacer de nuevo. La muerte puede pensar que venció; pero, ningún sepulcro será capaz de detener el paso de la vida: las piedras serán removidas, los obstáculos serán desmenuzados. Jesús es Rey victorioso y eterno, y venció a la propia muerte.Parte hoy, para enfrentar los desafíos del día, con la seguridad de la presencia de Jesús. La propia muerte temblará delante de ti, si estás con Jesús. Porque él dijo: "Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá".Tomado de meditaciones matinales para adultosPlenitud en CristoPor Alejandro Bullón
Como él se demoraba, los varones los asieron de la mano, a él, a su mujer y a sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad (Génesis 19. 16).En este relato bíblico aparecen tres mujeres cuyos nombres no conocemos, pero de las cuales podemos aprender grandes lecciones para el día de hoy. Lot era sobrino de Abraham y había aprendido de este grandes valores morales, pero desgraciadamente no contaba con una esposa leal a los principios divinos. Aunque la Biblia también registra los errores cometidos por Sara, esposa de Abraham, existe una diferencia abismal entre estas dos mujeres.Cuando Abraham dio a su sobrino la oportunidad de escoger entre la llanura y las montañas, lo más probable es que las mujeres de ambos también influyeran sobre la decisión. Por lo visto, Sara era una mujer humilde que pensaba más en el bienestar de su esposo que en el suyo propio. Además, las bendiciones espirituales eran de. vital importancia para ella. Sin embargo, la esposa de su sobrino político vio en la llanura una oportunidad de prosperar.Ambas cosecharon lo que sembraron. La vida de Sara estuvo llena de altibajos gracias a los cuales Dios pudo obrar su propósito en ella. Tras la muerte de esta gran mujer, su esposo e hijo la lloraron. Sin embargo, la historia de la esposa de Lot es completamente distinta. Se identificó tanto con el paganismo que dejó cautivo en él su corazón y los de sus hijas. El dramático final que tuvo esta mujer fue resultado de su deseo de parecerse al mundo. Sus hijas cayeron bajo la condenación del incesto convirtiéndose en las progenituras de naciones enemigas del pueblo de Dios.Cada día tú vas escribiendo las páginas de tu destino. Dios te ha llamado para algo especial, pero tienes que tomar tus propias decisiones. O te identificas con el mundo, o te consideras peregrina y extranjera, en camino hacia tu verdadera patria. No tienes por qué terminar convertida en estatua de sal. Dios tiene una corona de gloria para ti. ¿Qué decisiones tomarás?El corazón hace nido donde se aloja la mirada.Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos? Porque vosotros sois el templo del Dios viviente. 2 Corintios 6:16.Una hermana de iglesia me pidió hace un tiempo que visitara a un enfermo para orar por su salud. Al ingresar en su cuarto, conocí a Mario, un hombre que aparentaba tener unos 55 años. Cuando supe que había sufrido un paro cardíaco, confirmé mi presunción acerca de su edad. Pero no pude ocultar mi sorpresa cuando escuché de sus labios que tenía tan solo 39 años. ¿Cómo era posible que su aspecto fuera el de un hombre mucho mayor? Al continuar nuestra conversación, encontré la respuesta. A los catorce años de edad probó por primera vez una droga alucinógena, y a partir de ese momento fue drogadicto durante once años. En esa etapa de su vida conoció a una mujer que luego sería su esposa, y ella lo animó a que se internara en un centro de rehabilitación para abandonar definitivamente su adicción. Después de dos años de internación, lo logró, y hasta consiguió trabajo en ese mismo centro de rehabilitación. Pero las secuelas que las drogas dejaron en todo su ser eran más que evidentes: con 39 años tenía la apariencia física de un hombre mucho mayor; y aunque conservaba los mismos deseos de vivir que cualquier otra persona, sus fuerzas estaban desgastadas y consumidas.Mientras regresaba a mi hogar, me preguntaba si alguien alguna vez le habría dicho a Mario cuando aún era muy joven: "Cuidado, no lo pruebes". No sin angustia, Elena G. de White escribió: "¡Cuántos jóvenes han malgastado en insensateces y disipación la fuerza que Dios les ha dado! ¡Cuántas historias dolorosas recuerdo de jóvenes que, por entregarse a hábitos viciosos, han llegado a ser mental, moral y físicamente náufragos humanos! Sus organismos están arruinados, y la utilidad de su vida grandemente menoscabada por haberse entregado a placeres ilícitos" (Mensaje para los jóvenes, p. 19).La triste historia de Mario no tiene por qué repetirse nuevamente. La adolescencia y la juventud son etapas de grandes decisiones, así que procura elegir con sabiduría, guiándote por los principios divinos. No accedas ni siquiera una vez a probar lo que podría dañarte. Dios te dio la libertad para que la uses con inteligencia, para que vivas sano y seas feliz.Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel
Tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar. Eclesiastés 3:6.La sorpresiva tormenta los obligó a detener el vehículo por unos momentos; fue lo que pensaron al principio. Esos momentos se transformaron en horas; dieciocho, exactamente. Tiempo suficiente para sentir hambre y sed, cansancio y frío.No estaban preparados para enfrentar aquel accidente; nadie se prepara para los accidentes. Uno se prepara para enfrentar los momentos duros cuando estos aparecen. Pero, esos muchachos tampoco estaban preparados para eso.A medida que el tiempo fue avanzando, el hambre comenzó a atormentarlos. Buscaron qué comer en sus maletas, pero no hallaron nada. Entonces, vino a su memoria aquellas galletas que habían echado a la basura en el último puesto de gasolina. En aquel momento, pensaron que no necesitarían de unas simples galletas: acababan de comer y estaban satisfechos.Desechar cuando es tiempo de guardar puede resultar fatal; mientras viajaban, no era tiempo de desechar. Ellos lo descubrirían en breve; y tendrían bastante tiempo para arrepentirse.El versículo de hoy habla del tiempo. Hay tiempo de guardar. La juventud es tiempo de guardar; hay un muy largo camino por delante. No es hora de desechar las galletas que pueden faltar mañana.Frecuentemente, encuentro personas que ya entraron en el otoño de la vida. Con tristeza, se preguntan: "¿Qué hice con mi juventud?" La desperdiciaron; creyeron que nunca iba a acabar y un día cualquiera despertaron a la realidad. La juventud se había ido; la nieve del invierno bañaba la cabeza... y ya era tarde.Cada día que despunta en el horizonte es la sonrisa de Dios, que te dice: "Hijo, te doy una página en blanco. Escribe hoy una linda historia. Aprovecha las oportunidades. Perdona. No pierdas el tiempo cultivando sentimientos que te envenenan el alma".¿Qué tienes para "ahorrar" hoy? Economiza agua, energía eléctrica; economiza tiempo... Aprovecha tu juventud a fin de guardar el pan que comerás en tu vejez. Y sal, para afrontar los desafíos de este día, seguro de que estás en los brazos de Jesús. ¡Ah! Y no olvides que todo tiene su tiempo: "Tiempo de buscar y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar".Tomado de meditaciones matinales para adultosPlenitud en CristoPor Alejandro Bullón
Aquel mismo día entraron en arca Noé, sus hijos Sem, Cam y Jafet, la mujer de Noé y las tres mujeres de sus Hijos (Génesis 7:13)Ser las esposas de los hombres más locos de su época no debe de haber resultado tarea fácil. Pero, ¿te has parado a pensar alguna vez que estas mujeres también debían de ser baluartes de fe? Dios había hablado con Noé, pero no con su familia, quien podía haber considerado que este hombre, aunque era justo y temeroso de Dios, podía estar equivocado. Quizás había interpretado mal las palabras de Dios o estaba tan preocupado por la maldad reinante que deseaba que Dios hiciera algo.Durante ciento veinte años, esta familia mantuvo una te firme. ¡Eso es muchísimo tiempo! La Biblia sugiere que toda la familia aunó esfuerzos en la construcción del arca, por tanto estas mujeres también trabajaron en aquel proyecto construido sobre la fe en el Dios que había hablado al patriarca. ¿Te has dejado guiar alguna vez por alguien a quien Dios ha puesto en tu vida para que te conduzca al arca espiritual?Las tres nueras de Noé podían haber argumentado que eran jóvenes y que tenían mucha vida por delante, que querían vivir con normalidad, como sus amigas, sin ser objeto de burlas y críticas, que aspiraban a ver crecer a sus hijos sin que los ridiculizaran. Después de todo, la idea de un diluvio era completamente descabellada.Las cuatro mujeres que entraron en el arca lo hicieron porque sintieron el llamamiento divino. Sus nombres no aparecen en ningún registro histórico, pero están en los anales celestiales junto a aquellos que han dedicado sus vidas a Dios sin temer las burlas ni las críticas.El arca no era un lugar agradable para estar, pero las cuatro permanecieron allí sin generar discordias, intrigas ni sublevaciones. Dios te llama también a ti a llevar el mensaje de salvación. Aceptarlo puede acarrearte burlas, críticas e incluso desprecio, pero finalmente te dará el gozo de ver a aquellos que serán salvados por tu influencia. Hazlo con gozo. No lemas, Dios está contigo.Si sufres desprecio por hacer la voluntad divina, recibirás la corona de victoria.Tomado de meditaciones matutinas para mujeresDe la Mano del SeñorPor Ruth Herrera
No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos. Proverbios 4:14.Nelson fue uno de los alumnos que se hizo querer rápidamente. Con un espíritu alegre y jovial, siempre tenía una sonrisa en su rostro. Le gustaban el fútbol, los juegos de computadoras y estar con sus amigos. Su gran problema era el estudio, no porque le faltara inteligencia, sino porque administraba mal su tiempo.Al final de ese año escolar recibimos una noticia que conmocionó a todo el colegio: Nelson había sido atropellado por un auto. Cuando lo fui a ver al hospital no podía creer lo que veían mis ojos. Con terribles golpes en todo el cuerpo y en la cabeza, yacía postrado en una cama casi sin poder moverse. Familiares, amigos y allegados tratábamos de aliviar en algo su estadía. Conversábamos con él y tratábamos de recordar los mejores momentos vividos. También orábamos para que no quedara ninguna secuela en Nelson.Días más tarde, la investigación policial descubrió que el accidente había sido provocado por un joven alcoholizado, de 19 años, que le había sacado el auto a su padre sin autorización. En ese estado de ebriedad había atropellado a Nelson, que estaba por cruzar la calle. Al ver lo que había hecho, se dio rápidamente a la fuga.Esta es otra de las tristes consecuencias que deja el alcohol en algunos que lo consumen. Creen que esta es la manera de divertirse, de pasarla bien, pero sin percatarse pierden el control de sus actos, y sin quererlo arruinan la vida propia y ajena.Por la gracia de Dios y en respuesta a las oraciones de todos, Nelson se recuperó totalmente de ese accidente. ¿Pero cuántos quedan mutilados, inválidos o simplemente pierden la vida por la irresponsabilidad de quienes acuden al alcohol para divertirse? La Palabra de Dios nos aconseja: "No entres por la vereda de los impíos, ni vayas por el camino de los malos". No caminar con los malos significa apartarse de las malas compañías y de los vicios destructores de la salud.Hoy, Dios te da la posibilidad de comenzar un nuevo día. Comiénzalo con alegría, y toma la decisión de que jamás le darás el control de tu mente a una bebida o a una droga.Tomado de meditaciones matinales para jóvenesEncuentros con JesúsPor David Brizuel