Y estas cosas les acontecieron como ejemplo, y están escritas para amonestarnos a nosotros, a quienes han alcanzado los fines de los siglos. 1 Corintios 10:11.
Hace algún tiempo leí acerca del empleado de una empresa que estaba muy molesto porque no recibía ningún ascenso. Llevaba muchos años en el mismo puesto y con el mismo salario. Se dirigió al despacho de su jefe y le dijo: «Tengo veinticinco años de experiencia. Sin embargo, la empresa no lo ha tenido en cuenta». El jefe respondió: «No, Roberto. Usted tiene un año de experiencia repetido una y otra vez a lo largo de los últimos veinticinco años».
Hace algún tiempo leí acerca del empleado de una empresa que estaba muy molesto porque no recibía ningún ascenso. Llevaba muchos años en el mismo puesto y con el mismo salario. Se dirigió al despacho de su jefe y le dijo: «Tengo veinticinco años de experiencia. Sin embargo, la empresa no lo ha tenido en cuenta». El jefe respondió: «No, Roberto. Usted tiene un año de experiencia repetido una y otra vez a lo largo de los últimos veinticinco años».
Repetir la misma lección, la misma experiencia, año tras año significa que uno está estancado, que no aprende lo suficiente. Es imprescindible avanzar e ir más allá en el aprendizaje. No permitamos que el egoísmo cierre nuestra mente y ciegue nuestros ojos para no ver y aprender del ejemplo de otras personas. Pensar que ya lo sabemos todo y que somos mejores que los demás es ser orgullosos y detener nuestro progreso. Seamos humildes. Estudiemos a aquellos que han tenido éxito, donde deseamos tenerlo nosotros, con el propósito de descubrir qué hacen y qué no hacen. Ben Feldman dijo: «Solamente un insensato aprende de su propia experiencia». Y el apóstol Pablo enseña que lo que les sucede a los demás constituye un ejemplo para nosotros. Se trata de lecciones que debemos aprender para no cometer sus mismos errores. Los personajes bíblicos tienen mucho que enseñar. Selecciona a algunos de ellos y aprende, para tu propio bien, en cuanto a su conducta, su actitud, su respuesta ante Dios, la forma en que reaccionaron en diferentes circunstancias, y las situaciones que la vida les presentó. Si enfrentas una tentación que se repite vez tras vez, fíjate en José. Si quieres saber cuál es el precio de ser leal a Dios, entonces estudia la vida de Daniel. Si quieres conocer el resultado de murmurar contra los siervos de Dios, contempla el caso de María y de su hermano Aarón. Si quieres saber lo que significa golpear la piedra cuando Dios dice que te limites a hablarle, entonces pregúntale a Moisés. Si deseas superar tu complejo de inferioridad, acude a Gedeón. Para levantarte del fracaso, dirígete a Pedro. Para la asunción de riesgos, vete a la reina Ester. Hoy sé honesto y abierto. Debes estar dispuesto a aprender. Acércate a la Palabra de Dios y enriquece tu vida. Todo lo que les sucede a otras personas es también un ejemplo para ti.
Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.
Tomado de la Matutina Siempre Gozosos.
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