En él, mediante la fe, disfrutamos de libertad y confianza para acercamos a Dios (Efesios 3: 12).
Una vez analizados los fundamentos sobre los que descansa el evangelio, está listo para analizar los componentes básicos del mensaje de la justificación por la fe, que, como se ha dicho muchas veces, es la esencia del evangelio. El primer componente que se destaca en este mensaje es que la justificación es por la fe. Hicimos referencia a esto anteriormente. Ahora lo vamos a considerar con más detenimiento.
Parece de Perogrullo que sea la fe la condición esencial de la justificación. Pero, por lo que implica, merece nuestra consideración. La justificación que necesitamos, que no tenemos, que no podernos conseguir por nuestro esfuerzo y que solo puede venir de Dios, la podemos obtener de él solo por la fe.
Pero obligadamente tenemos que preguntarnos: ¿Qué es fe? ¿Qué significa tener fe? ¿Cómo podemos tenerla? Primero analicemos qué es la fe. La consulta de un diccionario nos diría que fe es, entre otras cosas, confianza, seguridad. El término implica dependencia. Así que diríamos que la justificación la obtenemos por confianza, por dependencia. Que la justificación sea por la fe está claramente enseñado en la Biblia, especialmente en los escritos del apóstol Pablo. Pero en estos hallamos tres variantes interesantes, que nos ayudarán a comprender qué significa la fe.
En primer lugar, tenemos una serie de declaraciones que no tienen especificación alguna. Por ejemplo: «A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen» (Rom. 1: 16). No se dice cuál es el contenido de su creencia. Más adelante se nos dice: «De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: El justo vivirá por la fe» (vers. 17). Una más: «Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe» (Rom. 3: 28). No se dan indicaciones concretas de cuál es el significado de la fe. Sin embargo, aunque no lo aclaren, son declaraciones valiosas, como leerá más adelante.
Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C
Una vez analizados los fundamentos sobre los que descansa el evangelio, está listo para analizar los componentes básicos del mensaje de la justificación por la fe, que, como se ha dicho muchas veces, es la esencia del evangelio. El primer componente que se destaca en este mensaje es que la justificación es por la fe. Hicimos referencia a esto anteriormente. Ahora lo vamos a considerar con más detenimiento.
Parece de Perogrullo que sea la fe la condición esencial de la justificación. Pero, por lo que implica, merece nuestra consideración. La justificación que necesitamos, que no tenemos, que no podernos conseguir por nuestro esfuerzo y que solo puede venir de Dios, la podemos obtener de él solo por la fe.
Pero obligadamente tenemos que preguntarnos: ¿Qué es fe? ¿Qué significa tener fe? ¿Cómo podemos tenerla? Primero analicemos qué es la fe. La consulta de un diccionario nos diría que fe es, entre otras cosas, confianza, seguridad. El término implica dependencia. Así que diríamos que la justificación la obtenemos por confianza, por dependencia. Que la justificación sea por la fe está claramente enseñado en la Biblia, especialmente en los escritos del apóstol Pablo. Pero en estos hallamos tres variantes interesantes, que nos ayudarán a comprender qué significa la fe.
En primer lugar, tenemos una serie de declaraciones que no tienen especificación alguna. Por ejemplo: «A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen» (Rom. 1: 16). No se dice cuál es el contenido de su creencia. Más adelante se nos dice: «De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: El justo vivirá por la fe» (vers. 17). Una más: «Porque sostenemos que todos somos justificados por la fe» (Rom. 3: 28). No se dan indicaciones concretas de cuál es el significado de la fe. Sin embargo, aunque no lo aclaren, son declaraciones valiosas, como leerá más adelante.
Tomado de Meditaciones Matinales para Adultos
“El Manto de su Justicia”
Autor: L Eloy Wade C
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