Maestro, todo esto lo he guardado desde mi juventud. Marcos 10:20.
Desde hace décadas la Iglesia Adventista mundial dedicó un espacio para los jóvenes dentro del programa sabático, llamado Sociedad de Jóvenes. Como en este espacio no hay una guía de estudio como la Escuela Sabática, a muchos de los directores de jóvenes se les hace difícil lograr un culto ameno, espiritual y dinámico que logre captar la atención de todos. Tristemente, esto provoca que muchos líderes abandonen sus tareas antes de que termine el año eclesiástico y que se sienten solos y criticados por el resto de la hermandad.
Pero es necesario recordar que el culto de los jóvenes es tan sagrado y santo como el culto de la mañana. Este espacio forma parte de la adoración sabática que tenemos como iglesia. Ayudar a los líderes de jóvenes a que tengan buenos programas es deber de toda la iglesia.
En mis años de experiencia como adventista y pastor, he visto que las iglesias que prosperan en la Sociedad de Jóvenes son aquellas en las que el director está acompañado por una comisión que le permite crear, delegar y programar actividades con tiempo. Si en una comisión formada por cuatro equipos, cada equipo se hace cargo del programa un sábado por mes, es posible obtener programas planificados y con gran participación de la hermandad. Además, cada equipo posee un tiempo generoso (un mes) para no sentirse recargado ni agobiado.
Los grandes obstáculos para una buena programación son: (1) que se preparen buenos programas y la asistencia sea mínima; (2) que haya una buena asistencia y se presenten programas improvisados o mediocres en contenido espiritual; (3) que se dé un segundo "sermón" sin tener la participación de otros jóvenes, o que todo el programa esté centralizado en una sola persona; (4) que se presenten temas seculares sin que Dios o su Palabra estén presentes.
La solución a cada obstáculo es sencilla: (1) si se preparó un buen programa, debe haber una excelente propaganda el sábado por la mañana y en el boletín de iglesia; (2) preparar cada programa con anticipación; (3) pedir a adolescentes, jóvenes y adultos que participen con partes especiales, juegos bíblicos, representaciones teatrales y temas bíblicos; (4) aprovechar ese espacio para presentar temas espirituales de manera ingeniosa y atractiva.
La Sociedad de Jóvenes puede ser tu momento en la iglesia si estás dispuesto a trabajar por ella. Dios desea que los jóvenes lo honren y lo adoren con el resto de la feligresía, y el culto joven puede ser el espacio ideal para que se haga realidad.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
Desde hace décadas la Iglesia Adventista mundial dedicó un espacio para los jóvenes dentro del programa sabático, llamado Sociedad de Jóvenes. Como en este espacio no hay una guía de estudio como la Escuela Sabática, a muchos de los directores de jóvenes se les hace difícil lograr un culto ameno, espiritual y dinámico que logre captar la atención de todos. Tristemente, esto provoca que muchos líderes abandonen sus tareas antes de que termine el año eclesiástico y que se sienten solos y criticados por el resto de la hermandad.
Pero es necesario recordar que el culto de los jóvenes es tan sagrado y santo como el culto de la mañana. Este espacio forma parte de la adoración sabática que tenemos como iglesia. Ayudar a los líderes de jóvenes a que tengan buenos programas es deber de toda la iglesia.
En mis años de experiencia como adventista y pastor, he visto que las iglesias que prosperan en la Sociedad de Jóvenes son aquellas en las que el director está acompañado por una comisión que le permite crear, delegar y programar actividades con tiempo. Si en una comisión formada por cuatro equipos, cada equipo se hace cargo del programa un sábado por mes, es posible obtener programas planificados y con gran participación de la hermandad. Además, cada equipo posee un tiempo generoso (un mes) para no sentirse recargado ni agobiado.
Los grandes obstáculos para una buena programación son: (1) que se preparen buenos programas y la asistencia sea mínima; (2) que haya una buena asistencia y se presenten programas improvisados o mediocres en contenido espiritual; (3) que se dé un segundo "sermón" sin tener la participación de otros jóvenes, o que todo el programa esté centralizado en una sola persona; (4) que se presenten temas seculares sin que Dios o su Palabra estén presentes.
La solución a cada obstáculo es sencilla: (1) si se preparó un buen programa, debe haber una excelente propaganda el sábado por la mañana y en el boletín de iglesia; (2) preparar cada programa con anticipación; (3) pedir a adolescentes, jóvenes y adultos que participen con partes especiales, juegos bíblicos, representaciones teatrales y temas bíblicos; (4) aprovechar ese espacio para presentar temas espirituales de manera ingeniosa y atractiva.
La Sociedad de Jóvenes puede ser tu momento en la iglesia si estás dispuesto a trabajar por ella. Dios desea que los jóvenes lo honren y lo adoren con el resto de la feligresía, y el culto joven puede ser el espacio ideal para que se haga realidad.
Tomado de meditaciones matinales para jóvenes
Encuentros con Jesús
Por David Brizuel
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