«Y todo aquel que tiene esta esperanza en él, se purifica así mismo, así como él es puro» (1 Juan 3:3).
El capítulo 24 de Mateo habla de los acontecimientos de los últimos días y la venida de Jesús. Una de las cosas que más me impresionan es que Jesús dijo que su venida será una sorpresa para la mayoría de la gente y que tenemos que estar preparados todo el tiempo. Luego les contó una historia que ilustra qué sucede cuando Jesús no hace algo en el momento en que nosotros pensamos que tendría que hacerlo.
La conclusión de la historia es como sigue: «Pero si aquel siervo malo dice en su corazón: "Mi señor tarda en venir", y comienza a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con los borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que este no espera, y a la hora que no sabe» (Mat. 24: 48-50).
Cuando leí esta historia, me hizo pensar en lo que puede suceder tanto en nuestros hogares como en nuestras iglesias. Vuelva a leer los versículos. Tenga en cuenta que los que piensan que Jesús no va a venir empiezan a «golpear» a los demás. No creo que Jesús quisiera decir que en realidad empecemos a golpearnos, sino a cómo nos tratamos unos a otros. Preste atención a algo más: Cuando alguien deja de sentir que Jesús no está cerca le resulta fácil volver al mundo. Eso es lo que significa «comer y beber con los borrachos».
La forma que algunos miembros de iglesia tienen de tratar a los demás demuestra que creen que el Señor no va a regresar pronto y, por eso, sus acciones y sus palabras se vuelven descuidadas. La crítica y los celos hacen acto de presencia. A veces, incluso el pastor es objeto de malos tratos.
¡Qué pasaría si usted y yo supiésemos que Jesús iba a venir el próximo año? ¿Cuándo empezaríamos a pensar en cómo prepararnos? Si yo sé que mi hijo viene verme mañana, me preparo desde hoy mismo. Pero si creo que no vendrá hasta dentro de un año, no hay razón para que me apresure a pensar en ello.
Por eso, Jesús nos recuerda: «Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor» (Mat. 24:42). Basado en Mateo 24:42-50
Tomado de Meditaciones Matutinas
Tras sus huellas, El evangelio según Jesucristo
Por Richard O´Ffill
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