«Sucederá que en los últimos días, dice Dios, derramaré mi Espíritu sobre toda la humanidad; los hijos e hijas de ustedes comunicarán mensajes proféticos, los jóvenes tendrán visiones los viejos tendrán sueños» (Hechos 2:17).
¡Ahhh! No hay nada mejor después de una excursión al aire libre que meterse en la bolsa de dormir y descansar. A mí me encanta. ¿No crees que buscar un buen lugar para dormir es lo máximo cuando uno está muy cansado? Una de las cosas más extrañas que hacemos mientras dormimos es soñar. Podemos tener sueños buenos, malos, felices y tristes.
En los tiempos bíblicos Dios usaba los sueños para hablarle a su pueblo del futuro. A través de un sueño él le comunicó a José que una terrible hambruna vendría. A Daniel le dijo lo que le ocurriría al rey Nabucodonosor, y a Pedro que debía predicarle a todo el mundo y no solo a los judíos.
Al parecer Dios no usa mucho ese método hoy en día, pero sigue comunicándose a través de su Palabra. Ella también nos habla del futuro y nos dice que Jesús está a punto de regresar. Nos dice cómo debemos estar preparados.
Lee hoy su Palabra y sueña con ese día glorioso en que él regrese a llevarte al hogar celestial.
Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush
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