Antes que cualquier otra cosa, adquiere sabiduría y buen juicio. (Proverbios 4:7, DHH).
En la primavera de 1945, Japón estaba en problemas. La Segunda Guerra Mundial estaba casi terminada, y las vías de ferrocarril japonesas, las autopistas y los puentes habían sido destruidos por los ataques aéreos de los aliados. Las casas fueron arrasadas, cientos de miles de personas habían muerto y millones habían quedado sin hogar. El primer ministro japonés sabía que la guerra tenía que terminar; ¡y rápidamente!
Los aliados propusieron la rendición, en términos generosos, en la Declaración de Potsdam. Esta prometía a Japón que continuaría siendo una nación con su propio gobierno, a sus fuerzas se les permitiría regresar a casa, y tendría acceso a los recursos necesarios para la reconstrucción de la industria. Incluso antes de que Japón recibiera el documento oficial, los medios comenzaron a decir al pueblo japonés que se preparara para rendirse.
Pero el gabinete japonés sabía que no podía responder a una afirmación no oficial, por lo que enfrentaron a los medios de comunicación y les dijeron que el gobierno japonés planeaba mantenerse en silencio acerca de los nuevos avances; una política a la que llamaron mokusatsu. Esto resultó ser un error fatal. Además de significar “abstenerse de todo comentario”, mokusatsu también puede ser traducido como “ignorar/hace caso omiso”. Y este fue el significado que llegó a los aliados.
Antes de que la traducción pudiese ser corregida, los aliados respondieron a lo que pensaron que era un rechazo a los términos de la rendición, y el 6 de agosto de 1945 lanzaron la bomba atómica en Hiroshima.
Este costoso error es un recuerdo de las terribles consecuencias que se pueden producir cuando las personas se malinterpretan unas a otras.
¿Y AHORA?
Antes de afirmar que entiendes lo que alguien dijo, prueba repetirle tus propias palabras lo que crees que significa, o pedirle que te lo aclare. ¡Quizás te sorprendas!
SPLASH:
El Diccionario de la Real Academia Española tiene casi cien mil palabras. Pero, la Academia estinma que, al comunicarnos diariamente, solemos utilizar unas mil (o sea, el 1%); y que los adolescentes usa solo 240 vocablos en su comunicación (es decir, el 0,24%).
Tomado de: Matinal para Adolescentes 2016
“Intensamente, Ejercita tu Cerebro”
Compilado por Penny Estes Wheeler
No hay comentarios:
Publicar un comentario