“He visto asimismo que toda obra bien hecha despierta la envidia del hombre contra su prójimo” (Eclesiastés 4:4, RV95).
Cada vez que leo el versículo bíblico de hoy quedo intrigado con lo que afirma Salomón. ¿Logras captar la esencia de su mensaje? El Sabio dice que alcanzar el éxito puede provocar la envidia de tus compañeros, como les pasó a José (Génesis 37:11), a Moisés (Números 12), a David (1 Samuel 18:5-9) o a Daniel (Daniel 6), entre muchos otros. Pero en todos estos casos, los envidiosos fracasaron rotundamente.
¿Crees que Oksana Sergiyenko, la joven que protagonizó la reflexión de ayer, no tuvo que pagar el precio por realizar bien su trabajo? Gente envidiosa levantó calumnias en su contra para que la despidieran. El influyente periódico ruso Vek publicó que, “según fuentes del Ministerio de Finanzas, cada semana Sergiyenko lleva a cabo oraciones, seminarios religiosos y estudios bíblicos en su oficina”. Pero esto no fue todo; la misma fuente también insinuó que era una espía del gobierno estadounidense. El escándalo fue tan grande que Andrew McChesny, un periodista adventista, informó que el fiscal general se vio obligado a investigar a fondo dicha denuncia.
Por supuesto, el informe del fiscal demostró la integridad de Oksana, pues no se pudo encontrar falta alguna en su desempeño laboral. Sí, es cierto que oraba y distribuía publicaciones cristianas, pero ¿no formaba también parte de su trabajo servir a Dios? A pesar de ello, su dedicación a Dios nunca puso en entredicho su desempeño laboral ni su fidelidad a su patria.
La experiencia de esta joven rusa es parecida a la de Daniel. A pesar de que algunos compañeros lo envidiaban y lanzaron graves acusaciones contra él, la Biblia dice que “no le encontraron ninguna falta; por lo tanto no pudieron presentar ningún cargo contra él” (Daniel 6:4). ¡Lo mismo sucedió con Oksana!
Te pregunto: ¿Eres de los que hacen bien su trabajo o eres de los que envidian a los que alcanzan el éxito? Mientras que la envidia amarga el corazón y corroe hasta los huesos, Dios tiene para ti una grandiosa promesa: “El que hace bien su trabajo, estará al servicio de reyes” (Proverbios 22:29). Así que hoy y siempre procura hacer lo mejor, especialmente cuando sirves al Rey del universo.
Tomado de: Lecturas devocionales para Jóvenes 2016
“VISITA MI MURO, 366 MENSAJES QUE INSPIRAN”
Por: J. Vladimir Polanco
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