He encontrado en David, hijo de Isaí, un hombre conforme a mi corazón. Hechos 13:22, NVI.
¿Te has preguntado alguna vez por qué si David pecó tan gravemente al cometer á adulterio con Betsabé, Dios lo llama «un hombre conforme a mi corazón» (Hech. 13:22, NVI)/
¿Cómo puede Dios decir esto de un hombre que en un momento de su vida cayó tan bajo? He aquí la respuesta: Porque el propósito del corazón de David siempre fue servir a Dios. Que no siempre lo haya logrado, es otra cosa. Pero la disposición de su corazón, su deseo, siempre fue el de agradar a Dios.
Y esto le gustaba a Dios. ¿Por qué? Una cita de El camino a Cristo nos da la respuesta: «El carácter se da a conocer, no por las obras buenas o malas que de vez en cuando se ejecutan, sino por la tendencia de las palabras y de los actos habituales en la vida diaria» (p. 86, el destacado es nuestro).
Dios miraba a David con buenos ojos, porque el corazón de David no estaba dividido. Pertenecía a Dios. Y esta es una excelente noticia: A Dios le agradaba el corazón de David, no porque era perfecto o porque nunca se equivocaba. Lo amaba porque la disposición, el deseo de su corazón era siempre hacer lo bueno. Y porque los actos habituales de su vida eran rectos.
Lo que nos enseña la vida de David es que cuando Dios te mira, no se detiene en los puntos oscuros de tu vida. No concentra su atención en los lunares o en las manchas que ensucian tu pasado. No. Para él, esos son hechos aislados; representan la excepción, no la regla. Él sabe que eso que ocurrió y de lo cual te has arrepentido, en realidad nada tiene que ver con tu persona. Dios ve el cuadro completo. Y al ver tu vida en su totalidad, observa que la tendencia, la disposición de tu corazón, es hacia lo bueno.
Dios aprecia tus mejores esfuerzos por hacer el bien. Y también entiende que eres humano, sujeto a cometer errores y aun a pecar. Por eso está más que dispuesto a recibirte con sus brazos abiertos cuando, después de haber caído, lo buscas con corazón arrepentido.
Gracias, Padre amado, porque no te concentras en lo malo que he hecho, sino en la tendencia de mis pensamientos,
Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
Dímelo de frente
Por Fernando Zabala
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