jueves, 26 de enero de 2012

¡LIMPIA TUS ACTOS!

«Bastó un soplo de tu nariz para que se amontonaran las aguas. Las olas se irguieron como murallas; ¡se inmovilizaron las aguas en el fondo del mar!» (Éxodo 15:8, NVI).

¡Qué manera de describir el poder de Dios! Él sopló «desde su nariz», las aguas se levantaron como murallas, y los israelitas atravesaron en seco el Mar Rojo. ¿Crees que Dios sopló aire desde su nariz? Bueno, no podemos estar completamente seguros. Tal vez esa fue la mejor manera en que Moisés pudo describir lo que vio. ¿Sabes lo que son las fosas nasales? Son los dos hoyitos que tienes en la nariz. Las fosas nasales cumplen una función muy importante en nuestro cuerpo. Ellas atrapan el polvo y la suciedad que vuela por el aire que respiramos, evitando que llegue a nuestros pulmones.
¿Sabías que tu cerebro también es un filtro? Si permaneces concentrado en las cosas de Dios, tu mente te dirá rápidamente si algo que ves o escuchas no es bueno para ti. Sí, es el Espíritu de Dios hablando a tu mente, y si él te dice eso, ¡escúchalo! Él está evitando que el polvo del mundo penetre en tu alma.

Tomado de Devocionales para menores
Explorando con Jesús
Por Jim Feldbush

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