“Un objeto en reposo tiende a permanecer en reposo». Esta ley de la física fue descubierta por Isaac Newton, mientras trataba de hacer que un adolescente se levantara de la cama y fuera al colegio.
Simpatizo más con el adolescente que con Newton. Por la mañana, yo no saludo con muchas ganas. La lucha por levantarme se convierte en algo similar a una escena de una película policíaca.
Cerebro: «Arroja la frazada y sal con los párpados en alto».
Cuerpo: «Nadie va a salir de aquí hasta que cumplan con mis demandas»
Cerebro: «Sé razonable. Es hora de ir a trabajar».
Cuerpo: «Esta es mi primera demanda: un reloj despertador con un botón de repetición de cuarenta minutos».
Cerebro: «Si no te mueves pronto, te espera un despido y pasarás a sostener un cartel de cartón en plena calle para poder sobrevivir».
Cuerpo: «¡No me asustas! Me quedo con mi colchón».
Me siento culpable cuando duermo hasta tarde porque mis ancestros se horrorizarían tan solo con la idea. Ellos procedían bajo la firme convicción de que el mejor horario para ordeñar las vacas era a las cuatro de la mañana; una conclusión sobre la que, probablemente, las vacas no dieron su opinión.
Si tu mamá o tu papá te ayudan (sin cobrarte nada) a levantarte por la mañana, deberías estar agradecido. ¿Sabías que despertar a la gente solía ser un trabajo remunerado? Así es. Allá por los días previos a los relojes despertadores, se pagaba a «despertadores» para que ayudaran a despertar a tiempo a la gente para ir a trabajar. Por unos pocos centavos al mes, los «despertadores» iban cada mañana a golpear las puertas con un palo. También usaban palos largos para poder tocar la ventana de la habitación de un cliente sin molestar al resto de los inquilinos de la casa. Golpeaban suavemente la ventana hasta que veían señales de vida.
A Jesús le gustaba despertarse temprano para pasar tiempo en oración. No necesitaba que nadie lo sacara a rastras de la cama porque él quería hablar con su Padre celestial. Es como la mañana de Navidad: es más fácil salir de la cama cuando sabemos que nos espera algo que estamos deseando. Kim
«Muy de madrugada, cuando todavía estaba oscuro, Jesús se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar solitario, donde se puso a orar» (Mar. 1:35).
DEVOCIÓN MATUTINA PARA ADOLESCENTES
“UNA IDEA GENIAL”
Por: Kim Peckham
Lecturas Devocionales para Adolescentes en 2020.
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