domingo, 31 de marzo de 2013

RAÍCES AÉREAS


Lugar: Malasia
Palabra de Dios: Colosenses 2:6, 7

Quieres ver un árbol gigante, viaja a Malasia. Allí, encontrarás lo que se conoce como el árbol baniano o higuera de Bengala (también se encuentra en otras partes del Asia tropical).
El baniano es un árbol que puede crecer hasta unos 30 metros de altura; pero eso no es lo que lo hace tan enorme. El árbol también  suele crecer hacia los costados, y puede seguir creciendo y creciendo. De hecho, un solo árbol baniano puede tener una circunferencia de 450 metros.
¿Cómo hace esto el baniano? La respuesta está en su sistema de raíces aéreas, raíces que crecen por encima de la superficie. Las raíces se desarrollan desde debajo de las ramas y se abren camino hacia el suelo. Esto le da al árbol una buena estructura de apoyo, y también le proporciona el agua y los nutrientes que necesita.
Eventualmente, las raíces nuevas forman nuevos troncos, con ramas nuevas. Entonces, las raíces aéreas crecen de ramas nuevas, y el árbol sigue expandiéndose hacia los lados, a medida que el ciclo continúa. Si alguna vez te encuentras con lo que parece un gran matorral de árboles, no te dejes engañar: puedes estar viendo un solo árbol.
Como sabes, tener un buen sistema dé raíces es muy importante para un árbol así de grande. Sin los nutrientes y el apoyo que dan las raíces, el árbol no podría seguir creciendo.
Ocurre lo mismo con nosotros. Para poder crecer espiritualmente necesitamos tener raíces fuertes, que nos den un buen apoyo y nutrición. Necesitamos estar arraigados en Cristo, pasar tiempo con él, amarlo y depender de él para todo. Así que, sigue el consejo del apóstol Pablo: "Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, están ahora en él, arraigados y edificados en él, confirmados en la fe como se les enseñó, y llenos de gratitud".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

EXAMEN DE LIBRO ABIERTO


Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida. Juan 6:63.

Durante mis años de estudiante, y luego ya como maestra, me di cuenta de que los exámenes más difíciles de hacer eran aquellos llamados «de libro abierto». Su característica es que estaba permitido abrir el libro de texto para contestar las preguntas. La dificultad estribaba en un «pequeño detalle»: si no conocías el contenido del libro, si jamás lo habías leído, a la hora del examen te sentías como en un laberinto sin salida. Es decir, que si no habías estudiado, no tendrías ninguna referencia de búsqueda y estarías perdida.
La Biblia es la Palabra de Dios, y al estudiarla obtenemos todas las referencias que necesitamos para que tanto el Señor como nuestros semejantes nos aprueben. La Biblia dice: «Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra» (2 Tim. 3:16-17).
El estudio cotidiano de la Palabra de Dios nos pone en condiciones de vivir asertivamente. Nos marca pautas que salvaguardan nuestra vida y la de los demás. Dios dice que su Palabra es como «una lámpara que brilla en un lugar oscuro» (2 Ped. 1:19).
En una sociedad que vaga en medio de la oscuridad, qué importante es tener una luz que nos guíe, por el camino de la vida. Si la tienes, sabrás en qué terreno pisar como mujer, esposa, madre y cualquier otro papel que te toque desempeñar. No hay ningún aspecto de la vida para el cual el Señor no tenga un consejo oportuno, una palabra de aliento, orientación en la toma de decisiones y, sobre todo, conocimiento cabal de su voluntad.
Pronto llegará el momento en el que la Biblia no será tan accesible, y tendremos que testificar de lo que en ella está escrito solamente por las referencias que hayamos guardado en nuestra mente por medio del estudio cotidiano. Tendremos que pasar el más difícil de los exámenes sin el Libro Santo abierto ante nuestros ojos. Por eso, estúdialo ahora que aún estás a tiempo.
Preparémonos hoy para ese momento de prueba, atesoremos día a día sus tesoros en nuestro corazón, y permitamos que con el poder del Espíritu Santo hagamos una correcta interpretación de sus mensajes, para que cuando llegue el momento de hacer frente al mundo, aprobemos el examen de la vida.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

Y ENTONCES, LLORARON


Una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él» (Mateo 3: 17).

La noche del 4 de noviembre de 2008 no pude irme a dormir temprano. ¿Cómo podía, si era testigo de uno de los momentos más significativos de la historia creciente? Esa noche se decidía la épica contienda electoral que había enfrentado a dos grandes hombres, John McCain y Barack Obama, por la presidencia de los EE. UU.
La contienda ocurría en un momento crítico. Estados Unidos se enfrentaba a la peor crisis económica en muchas décadas, después de involucrarse en conflictos armados con Iraq y Afganistán. Sin embargo, estas circunstancias particularmente difíciles daban más poder a la pregunta que había cautivado a la nación, y al mundo entero: ¿Sería posible que una persona de piel oscura fuera elegida como presidente de la nación? La Constitución del país y los logros del movimiento a favor de los derechos civiles de los afroamericanos (1955-1968) garantizaban que eso fuera posible. Sin embargo, una gran cantidad de personas, incluidos muchos ciudadanos de color, creían que los prejuicios harían imposible que sucediera en la práctica lo que la ley garantizaba. Cuando Barack Obama fue nombrado presidente, la nación y el mundo supieron que sí, que era cierto que blancos y negros tenían los mismos privilegios y oportunidades.
Casi a la media noche, las lágrimas rodaron por mis mejillas cuando leí el artículo «And Then They Wept» [Y entonces, lloraron] en el New York Times. En el texto, Charles M. Blow explicó con fuerza el significado de la victoria de Obama: «La historia registrará esta noche como la noche en que las almas de la gente negra [...] lloraron y rieron, gritaron y bailaron, liberando una emoción reprimida durante cuatrocientos años». Obama incorporaba en su persona la victoria de todo un pueblo y la aspiración de cada uno de sus individuos.
Algo similar pasó cuando Jesús obtuvo la victoria en la cruz. Dios había anunciado un plan de salvación para el hombre, pero el universo, y los hombres mismos, creían que era imposible que el hombre, pecador, traidor y degradado, fuera restituido a la comunión del cielo. Sin embargo, Cristo se hizo hombre, venció el pecado y demostró que la restauración del ser humano era posible.
Cuando Dios aceptó a Jesús como su Hijo, nos aceptó a todos los seres humanos. Cuando lo instaló a su diestra en el trono celestial, Jesús incorporó en su propia persona la victoria de la humanidad y la aspiración de cada uno de sus individuos.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

Y VERÁN SU ROSTRO


Y verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes. Apocalipsis 22:4.

Cuando Moisés le suplicó a Dios: "Te ruego que me muestres tu gloria", este le respondió: "No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá" (Éxo. 33:18-20)... Moisés no podía contemplar la revelación de la gloria del rostro de Dios y vivir; pero se nos ha dado a nosotros una promesa: "Y verán su rostro".
Cuando Moisés bajó de la montaña donde se le había dado una visión de la gloria de Dios, su rostro estaba tan iluminado que Aarón y los hijos de Israel tuvieron temor de acercársele...
Ahora no podemos ver la gloria de Dios; pero solo al recibirlo aquí es que seremos capaces de verlo finalmente cara a cara. Dios desea que tengamos nuestra vista fija en él, para que perdamos de vista las cosas de este mundo...
Hoy por nuestras asociaciones, por nuestra vida, nuestro carácter, estamos escogiendo a quién tendremos por nuestro rey. Los seres celestiales buscan acercarnos a Cristo... Aunque somos transgresores de la ley de Dios, si nos arrepentimos con fe, Dios puede obrar por nuestro medio las obras de Cristo...
Cuando Cristo ascendió a las alturas, envió a su representante como un Consolador. Este representante está a nuestro lado dondequiera que estemos, un vigilante y testigo de todo lo que se dice y se hace, listo para protegernos de los asaltos del enemigo si solo nos colocamos bajo su protección. Pero debemos hacer nuestra parte, y entonces Dios hará la suya. Cuando seamos llevados a juicio y aflicción por su nombre, el Consolador estará a nuestro lado, trayéndonos a la memoria las palabras y enseñanzas de Cristo.
¿Está escrito su nombre en el libro de la vida? Solo al mirar a Jesús, el Cordero de Dios, y siguiendo sus pisadas, puede usted prepararse para encontrarse con Dios. Sígalo a él, y un día usted caminará por las calles de oro de la ciudad de Dios...
Los que consagran sus vidas alservicio de Dios vivirán con él por los tiempos sin fin de la eternidad...
Él los toma como sus hijos y les dice: Entren en el gozo de su Señor. La corona de la inmortalidad es colocada en las sienes de los vencedores.— Youth's Instructor, 20 de agosto de 1896.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

sábado, 30 de marzo de 2013

ESTAMPILLAS USADAS


Lugar: Washington D.C., EE.UU. 
Palabra de Dios: Juan 8:11; Ezequiel 18:30

A fines del siglo XIX, mientras Grover Cleveland era presidente de los Estados Unidos, un día llegó una carta dirigida a él, a la Casa Blanca. Era de una adolescente, que quería pedirle perdón. En la carta, confesaba algo que había hecho dos años antes.
"Usé dos estampillas postales que ya habían estado en otras cartas", escribió. "Quizás usé más de dos estampillas así, pero solo recuerdo haberlo hecho dos veces. No sabía que estaba mal lo que hice, hasta hace poco".
Y le siguió diciendo al presidente que lo lamentaba mucho y que no podía dejar de pensar en lo que había hecho. "Ahora, querido presidente, ¿me perdona, por favor?" continuó diciendo en su carta. "Le prometo que no lo haré nunca más".
La jovencita no se detuvo solamente con el pedido de disculpas; ella quería arreglar las cosas. En el sobre, incluyó el costo de tres estampillas. Hoy, esa carta todavía se puede ver en una colección de la Casa Blanca.
¿Alguna vez te sentiste mal por algo que hiciste? ¿Por qué te sentiste así? ¿Fue porque te descubrieron y tuviste que pagar las consecuencias? ¿Fue porque quisiste dejar de sentirte mal por dentro? ¿O fue porque realmente querías hacer lo correcto? Sentirse mal es solo el primer paso. Lo que todos necesitamos es verdadero arrepentimiento.
Cuando Jesús perdonó a una mujer que había sido descubierta pecando, él le dijo: "Tampoco yo te condeno. Ahora vete, y no vuelvas a pecar". Un buen consejo para cuando nos equivocamos es el siguiente: "Arrepiéntanse y apártense de todas sus maldades, para que el pecado no les acarree la ruina".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

¿AÚN ANHELAS IR A TU HOGAR?


Nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo. Filipenses 3:20.

Uno de los recuerdos más hermosos que tengo es el de mi padre y uno de sus amigos interpretando hermosos himnos. Mi padre tocaba la trompeta y su amigo el trombón. Lo más emocionante para mí era oírlos interpretar el himno «Aunque en esta vida». Las notas se metían por mis oídos, se desplazaban a mi cerebro y llegaban a mi corazón; un enorme gozo me embargaba, y anhelaba con mi fe de niña que pronto llegara el momento de ir al cielo. Cuando somos niños, sentimos a flor de piel el amor a Dios y recibimos con gozo y sin prejuicios su Espíritu Santo.
Ese himno era para mí todo el evangelio. La más hermosa y extraordinaria promesa de Dios, la revelación de mi destino final, lo que me llenaba de una emoción indescriptible. Podía imaginarme traspasando las nubes hasta llegar al hogar eterno. Sin embargo, ¿qué ha sucedido con ese anhelo con el paso de los años? ¿Aún vibra mi corazón de gozo al cantar: «Más allá del sol, yo tengo un hogar, hogar, bello hogar, más allá del sol»? Me temo que la vida ha arrebatado parte de mi devoción, y mi anhelo se ha ido cubriendo de afanes terrenales; me he llenado de prejuicios inservibles que no me permiten ser sensible al toque del Señor Celestial. Tanto, que a veces me olvido de que estoy hecha para lo eterno, lo santo y lo sublime que proviene de Dios.
Amiga, ¿cuándo fue la última vez que anhelaste ir al hogar que está más allá del sol? Dondequiera que te encuentres en este momento, recuerda que tu ciudadanía está en el cielo. Prepárate y prepara a tu familia para ese momento. No permitas que los trajines, los prejuicios y las preocupaciones, te quiten el deseo de tomar posesión de tu herencia celestial. Recuerda los sentimientos más sublimes que hayas vivido en alguna etapa de tu vida; ¿acaso no te gustaría despertarlos? Posiblemente los viviste en la niñez, y si tienes la capacidad de sensibilizarte lo suficiente como para percibir el tacto divino del Señor, o recuerdas aquellas notas musicales que pueden entrar por los oídos y luego llegar hasta tu corazón, entonces eres bendecida.
Agudicemos nuestros oídos y escuchemos por sobre las preocupaciones terrenales la voz de Dios, que nos dice: «¡Miren que vengo pronto! Traigo conmigo mi recompensa, y le pagaré a cada uno según lo que haya hecho» (Apoc. 22:12).

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

SID Y TROY


Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo (Juan 17:24).

Troy es nuestro perro. Su padre es un schnauzer y su madre, una cocker spaniel. Tiene el cabello de color negro brillante, un tamaño casi mediano, la mirada traviesa y un comportamiento juguetón. Nos costó menos de cinco dólares; sin embargo, lo amamos profundamente.
Hace varios años había prometido a mis hijos que les compraría un cachorrito cuando terminara de estudiar, y nos mudáramos a una casa con un patio donde ellos pudieran cuidarlo. En ese tiempo vivíamos en Berrien Springs, Michigan, y cada vez que íbamos al centro comercial de South Bend, la ciudad más cercana, nuestros hijos no nos permitían pasar por alto el ritual de entrar en la tienda de mascotas, donde podían jugar durante algunos minutos con su cachorrito preferido. Todos nos divertíamos con los cachorros, pero nuestros hijos disfrutaban especialmente el momento como un adelanto del futuro prometido. Años después, llegó el feliz día en que pudieron elegir un cachorro. De entre la camada escogieron al más tranquilo de todos. Pero este resultó ser el primer engaño del cual fuimos víctimas. Troy resultó ser un perro hiperactivo, inteligente, desobediente y mal guardián. No obstante, mis hijos lo quieren porque a él le encanta jugar con ellos; y nosotros, porque ellos son felices con él.
Hace algún tiempo Troy hizo algo extraordinario. Adoptó un gato que no tenía lugar y estaba flaco y desnutrido. Le tomó tanto cariño que le permitía dormir en su casa, compartir su plato de comida y le hacía con el hocico los mismos cariños que nosotros le hacíamos a él. Después de un tiempo decidimos adoptar al gato en nuestra familia y le pusimos por nombre Sid. Gracias a Troy, Sid disfrutó de todos los beneficios de un hogar, protección, comida, abrigo, medicina y cariño.
Troy me recuerda lo que Jesús hizo por nosotros. Nos adoptó como sus hermanos y compartió con nosotros lo que era suyo. Le dijo a su Padre que él quería vivir con nosotros para siempre (por eso Dios nos da vida eterna) y compartir con nosotros su herencia (una tierra nueva). Tú y yo podemos recibir esos beneficios si aceptamos el amor de Jesús y somos leales a él.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

EL PRIVILEGIO DE DAR


Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. 1 Pedro 4:10.

El Señor hizo de los hombres sus agentes, y con corazones llenos del amor de Jesús, han de cooperar con él en hacer que los hombres se vuelvan del error a la verdad. Dios bendice la tierra con el sol y la lluvia. Él hace que la tierra produzca sus abundantes tesoros para la utilidad del hombre. El Señor ha hecho del hombre su intermediario para que dispense sus dones celestiales trayendo las almas a la verdad. ¿Examinarán mis hermanos en los Estados Unidos cómo la verdad salvadora los alcanzó cuando ellos estaban en las tinieblas? Hombres y mujeres traían sus diezmos y ofrendas a Dios, y a medida que los medios llenaban la tesorería, se enviaban hombres a otras partes para hacer progresar la obra. Este mismo proceso debe repetirse si las almas que están en tinieblas son alcanzadas hoy...
Las necesidades de la obra ahora demandan un mayor desembolso que nunca antes. El Señor llama a su pueblo a hacer todo esfuerzo para controlar sus gastos... Que el dinero que se ha dedicado a la gratificación del yo fluya a la tesorería del Señor para sostener a quienes están trabajando para ganar a las almas que perecen...
El Señor viene pronto. Debemos obrar mientras dure el día, porque viene la noche cuando nadie puede obrar. Muchísimas personas han perdido su espíritu de abnegación y sacrificio. Han estado enterrando su dinero en posesiones temporales. Hay hombres a quienes Dios ha bendecido y a quienes está probando para ver cómo responderán ante sus beneficios... Apresúrense, hermanos, ahora que tienen la oportunidad de ser honrados con Dios; no demoren. Por el bien de vuestra alma, ya no roben a Dios en los diezmos y ofrendas...
El plan de la redención empieza y termina con un don, y así debe ser llevado adelante. El mismo espíritu de sacrificio que compró la salvación para nosotros, morará en el corazón de todos los que lleguen a ser partícipes del don celestial. Dice el apóstol Pedro: "Cada uno según el don que ha recibido, adminístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios" (1 Ped. 4:10). Dijo Jesús a los discípulos al enviarlos: "De gracia recibisteis, dad de gracia" (Mat. 10:8)...
Que todos hagan todo lo que puedan para ayudar, con sus medios y sus oraciones, a llevar la carga por las almas por quienes trabajan los ministros.— General Conference Bulletin, 30 de mayo de 1897.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

viernes, 29 de marzo de 2013

PERRO CIEGO


Lugar: Canadá
Palabra de Dios: Hechos 22:15

Algo parecía estar mal con uno de los cachorros Doberman. No se movía tanto como los otros, y cuando lo hacía, siempre se tropezaba con las cosas. Mientras su dueño observaba cuidadosamente la conducta del cachorro, se dio cuenta de que el animal estaba ciego.
A la cachorrita ciega la llamaron Emma. No parecía haber mucha esperanza para ella. ¿Cómo podría sobrevivir, sin poder ver? Probablemente, pasaría el resto de su vida sentada por allí.
Adelantemos el tiempo unos cuantos meses, y Emma está dando vueltas por la propiedad de sus dueños como si su vista fuera perfectamente normal; de hecho, nadie se daría cuenta de que nació ciega. No se tropieza ni se cae, ni se choca contra las cosas. Y parece hacer todo lo que hacen los demás perros. ¿Es posible? ¿Recuperó de alguna manera la vista?
La respuesta es Amy. Amy es otra Doberman. Las dos están siempre juntas. Una pequeña campana en el cuello de Amy guía a Emma. Emma sigue a Amy por todas partes. Por cuanto Amy es una guía tan buena, nadie se da cuenta de que Emma está ciega.
¿Qué pasaría si decidiéramos ayudar a otros de la misma manera? Podríamos guiar a Cristo a personas espiritualmente ciegas, ayudarlas a que no tropiecen en la oscuridad del mal. Ananías dijo al apóstol Pablo: "Tú... serás testigo [de Dios] ante toda persona de lo que has visto y oído". Y eso es lo que Dios espera que hagamos para él; él quiere que seamos sus testigos. Así que, piensa en lo que puedes hacer para ayudar a otros a aprender acerca de Dios.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

TENER O NO TENER, ESA ES LA CUESTIÓN


No se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Mat.6:31-32,34.

Lamentablemente, las mujeres hemos adquirido fama de despilfarradoras. Algunas personas dicen que mientras los hombres compran por necesidad, las mujeres compramos por impulso o por compulsión. En realidad quisiera defenderme, diciendo que no es así en todos los casos y desde luego no en el mío; aunque, viviendo en una sociedad consumista, el deseo de tener cosas se ha vuelto obsesión para muchas. En medio de todo esto he escuchado a muchos levantar la voz y decir en tono idealista: «Las mejores cosas de la vida son gratuitas». Entonces, ¿cuál es el punto de equilibrio en este asunto?
No debemos olvidar que los bienes materiales, cuando provienen de la mano de Dios, son una bendición y hemos de disfrutar de ellos. Me imagino que Sara, la esposa de Abraham, disfrutaba de los bienes materiales que Dios le había dado a su esposo (Gen. 13:1-2). La esposa de Job también disfrutó de sus riquezas (Job 1:1-3). Pienso en los finos tapetes y ornamentos de sus hogares, así como en las delicadas telas con que confeccionaban sus vestidos. No tiene nada de malo utilizar nuestros recursos para comprar cosas.
¿Dónde está, entonces, el peligro con respecto a la posesión de bienes materiales? Cuando el deseo de tener bienes es una tendencia dominante en la vida, y nos llenamos de frustración por no «poder tener», caminamos en terreno peligroso. El otro lado del péndulo es tener tanto que nos volvemos avaras, con el pretexto de ser buenas ahorradoras, y olvidamos compartir con quien nos ha colmado de bendiciones. También estamos en terreno peligroso cuando damos prioridad a nuestros deseos de poseer un bien material por encima de las necesidades básicas de nuestra familia, y cuando empezamos a dudar respecto a la devolución de los diezmos, arguyendo que Dios no necesita nuestro dinero, olvidando que de su mano proviene lo mucho o poco que tenemos.
Hoy es un día para agradecer a Dios por todo lo que de su mano proviene, y también para dar gracias por lo que no tenemos, pues de este modo dependemos más de su poder sustentador. No dudes de que él te dará el sustento diario, y acepta lo que te manda. Sé agradecida y generosa, y también cuida lo que tienes.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

CRUELDAD SUPREMA


Cruel es la furia, y arrolladora la ira, pero ¿quién puede enfrentarse a la envidia? (Proverbios 27:4).

La envidia es capaz de desatar la crueldad suprema. La «parábola del hombre codicioso y el hombre envidioso» puede ayudarnos a comprenderla. Un hombre codicioso y un hombre envidioso se encontraron con un rey. Este les dijo: «Uno de ustedes puede pedirme algo y se lo daré, siempre y cuando yo le dé el doble al otro».
El envidioso no quería ser el primero en pedir, porque su compañero recibiría el doble. Y el codicioso no quería pedir primero, porque quería obtener lo máximo posible.
Al final, el codicioso insistió en que fuera el envidioso el primero en formular el pedido. Entonces el envidioso le pidió al rey que le arrancara un ojo.
Esto es una muestra del ingenio creativo del fabulista judío Solomon Schimmel, pero una lección tan aguda como una navaja de afeitar. La naturaleza del envidioso es capaz de esa crueldad. Nadie debe subestimar la maledicencia de la envidia.
Conviene conocer y aceptar la realidad. Una de las cosas más difíciles para un ser humano es controlar sus sentimientos de inferioridad. Cuando nos enfrentamos a una capacidad, a un talento o a un poder superior, nos sentimos perturbados e incómodos. La razón es que tenemos una conciencia exagerada de nosotros mismos. Esta perturbación de nuestra imagen personal no puede tolerarse mucho tiempo sin que despierte emociones negativas. Primero sentimos envidia. Si tuviéramos las cualidades o las habilidades de la persona considerada superior a nosotros, seríamos felices.
Pero tampoco podemos admitir que sentimos envidia, porque es un sentimiento que la sociedad condena. También porque mostrar envidia es reconocer que somos inferiores. Como dijo Plutarco: «De todos los trastornos del alma, la envidia es el único que nadie admite tener». No admitimos la envidia ni siquiera ante nuestros amigos más cercanos y fieles. Es un sentimiento clandestino, incubado en la intimidad que va corrompiendo todo lo noble que pueda haber en nosotros.
Únicamente la aceptación de Aquel que repartió con sabiduría talentos y habilidades, puede darnos la victoria sobre la envidia. Dejaremos de envidiar a otros por los talentos que poseen y nos dedicaremos a emplear los nuestros lo mejor que podamos, sean pocos o muchos.
Cuídate, pues, de la envidia. Si la sientes por causa del éxito de alguien, no lo ocultes ni lo niegues. Admítelo, primero ante Dios, y luego ante ti. Luego pide al Señor la gracia y la ayuda que necesitas para vencer a la causante de la «crueldad suprema».

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

PARA EL CAMPO MISIONERO


Id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos. Mateo 28:19.

A menudo se apela a nuestras iglesias a dar regalos y ofrendas para ayudar a proyectos misioneros en el campo local y para sostener la obra misionera de ultramar... Desde cada iglesia debieran ascender oraciones por un aumento de la devoción y la generosidad. Aquellos cuyos corazones están entretejidos con el corazón de Cristo estarán felices de hacer lo que pueden para ayudar a la causa de Dios. Se alegran por la expansión y avance, lo que implica ofrendas mayores y más frecuentes...
Bien podemos sentir que es un privilegio ser colaboradores de Dios cuando damos nuestros medios para que avancen sus designios en el mundo. Todos los que poseen ese Espíritu de Cristo tendrán un corazón tierno y compasivo, y una mano abierta y generosa. Nada que tenga a Cristo como el centro que todo lo absorbe puede ser realmente egoísta...
Considere las necesidades de nuestros campos misioneros alrededor del mundo. Nuestros misioneros laboran ardua y fervientemente, pero a menudo se ven muy obstaculizados en su trabajo porque la tesorería está vacía, y no se les dan las facilidades necesarias para el mayor éxito en su labor. Que Dios ayude a aquellos a quienes se les han confiando los bienes de este mundo para que adviertan los designios divinos y su responsabilidad como individuos. Dios les dice: Los he puesto en posesión de mis bienes para que puedan invertirlos en llevar adelante las misiones cristianas que han de establecerse cerca y lejos...
No todos pueden ir como misioneros a tierras lejanas, pero todos pueden hacer la tarea que los espera en su propio barrio. Todos pueden dar de sus medios para llevar adelante la obra misionera...
Dios animará a sus fieles mayordomos que están listos a que usen bien todas sus energías y capacidades de parte de Dios. Según todos aprenden la lección de rendirle fielmente a Dios lo que le pertenece; él, por medio de su providencia, les permitirá a algunos que traigan ofrendas cuantiosas. A otros les permitirá que hagan ofrendas menores; y los dones pequeños y grandes son aceptables para él si se los da con su gloria como objetivo: "Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios" (2 Cor. 9:10, 11).— Review and Herald, 18 de abril de 1912.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

jueves, 28 de marzo de 2013

HOGAR PERFECTO


Lugar: Australia 
Palabra de Dios: Juan 14:2,3.

Si estás en Australia y ves un ave con plumas brillantes negro azuladas que pasa volando a tu lado, con una ramita en su pico, probablemente hayas avistado un ave del paraíso trabajando. Cada año, este pájaro trata de crear el hogar perfecto usando los mejores materiales de construcción que pueda encontrar. Con cuidado, entrelaza palitos y ramitas para formar dos paredes paralelas de unos treinta centímetros de alto por unos cinco centímetros de espesor.
Una vez que termina la parte exterior, el macho decora el interior del nido. Usando un pedazo de corteza como pincel, pinta las paredes con una mezcla de carbón y saliva. Luego, busca objetos coloridos, como flores, plumas y papel aluminio, para poner dentro del nido.
El ave del paraíso macho se esmera por crear un hogar hermoso. Y, cuando está completo, el pájaro no se sienta adentro a disfrutar de su hogar en soledad: el macho invita a la hembra a unirse a él. Esa es la razón por la cual esta criatura trabajó tanto para construir su hogar, en primer lugar.
¿Puedes imaginarte lo que será tener un hogar perfecto construido para ti? Eso es lo que Jesús promete en Juan 14. Él dice: "En el hogar de mi Padre hay muchas viviendas; si no fuera así, ya se lo habría dicho a ustedes. Voy a prepararles un lugar. Y si me voy y se lo preparo, vendré para llevármelos conmigo. Así ustedes estarán donde yo esté".
Jesús está preparando un lugar para ti y para mí, no con ramitas y palitos, sino con los mejores materiales de construcción que puede encontrar. ¿Por qué está haciendo esto? Porque nos ama, y quiere vivir para siempre con nosotros.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

DE LA GLORIA A LA VERGÜENZA

Queridos hermanos, amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de él y lo conoce. 1 Juan 4:7.

Cuando era niña, le regalé a mi madre un cuadro de yeso en el que estaban pintadas unas hermosas rosas rojas, y una leyenda que decía: «Amor de madre, abismo sin medida». Yo quise expresar con aquel obsequio el gran amor que sentía por ella, sin darme cuenta de que la leyenda hacía alusión al gran y profundo amor que ella sentía por mí. Las madres son capaces de tener esos sentimientos porque Dios puso en ellas esa manera tan generosa y sublime de amar.
Me atrevo a decir que casi ningún amor terrenal puede ser comparado con este. Sin embargo, el amor del Hijo de Dios sobrepasa el entendimiento humano; él nos ama tanto que dejó su reino de gloria para experimentar la muerte ignominiosa resultado de la miseria humana. Por amor a nosotros estuvo dispuesto a:
  • Tomar la naturaleza humana, haciéndose sensible a nuestras necesidades. «La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emanuel (que significa "Dios con nosotros")» (Mat. 1: 23).
  • Experimentar la pobreza: «Las zorras tienen madrigueras y las aves tienen nidos [...], pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza» (Mat. 8: 20).
  • Humillarse a sí mismo y cargar él solo con el peso de nuestros pecados: «Él mismo, en su cuerpo, llevó al madero nuestros pecados, para que muramos al pecado y vivamos para la justicia. Por sus heridas ustedes han sido sanados» (1 Ped. 2: 24).

Hermana, ¿qué harás hoy en reciprocidad a este amor tan grande e inmerecido? Dios desea que ames con un amor sacrificado a todas las personas que están cerca de ti, y que muchas veces te resulta difícil amar.
¿Por qué, como madres, somos capaces de amar hasta dar la vida por nuestros hijos y no tenemos la capacidad de amar de esa forma al prójimo? Tal vez sea tu nuera, tu suegra, un hijo rebelde o un vecino insensible.... Si consigues amarlo de todo corazón, será una señal cíe que el amor de Cristo ha tocado tu vida, y ese es el mayor privilegio que puede, tener un mortal. Que tu oración para hoy sea: «Señor, enséñame a amar como tú me amas».

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

ÁNGELES O DEMONIOS


El Espíritu dice claramente que, en los últimos tiempos, algunos abandonarán la fe para seguir inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas (1 Timoteo 4:1).

Seguramente recuerdas las famosas novelas de Dan Brown, Ángeles y demonios, y su famosísima secuela El código Da Vinci, verdaderos fenómenos editoriales. Solo del Código da Vinci se vendieron cien millones de ejemplares. Por supuesto, también recordarás que las dos novelas se convirtieron en películas y recaudaron millones de dólares en taquilla.
Lo que probablemente no sepas, es lo que dice al respecto Ross Douthat, columnista del New York Times. El especialista dice que solo entendiendo el estado de la religión en Estados Unidos se puede comprender por qué a tanta gente le gusta leer a Dan Brown. Dice que no es simplemente porque él sabe cómo hacer que la gente siga pasando las páginas de sus novelas; eso se requiere para vender un millón de ejemplares. Pero si quieres vender cien millones, necesitas predicar además de entretener. Es decir, presentar una ficción que pueda ser leída como un hecho al tiempo que promete develar los secretos de la historia, del universo y de Dios.
Brown expresaba esta misión explícitamente. Él decía que los emocionantes argumentos y el suspenso de la trama de sus novelas, tienen el propósito de hacer que la didáctica del libro cumpla su objetivo con facilidad. Así el lector no se da cuenta hasta el final de que aprendía algo desde el principio.
Es decir, Dan Brown trabaja en la misma línea de ideólogos como Ayn Rand y el gurú religioso Deepak Chopra. Es cierto que escribe novelas, pero en realidad lo que vende es teología. Su enseñanza, si nos guiamos por esas dos novelas en particular, es que las religiones son una farsa y ninguna puede pretender la posesión de la verdad. Lo que enseña es una espiritualidad posmoderna, desconectada de toda religión tradicional específica.
Detrás de todo eso se percibe la intención de destruir los fundamentos de la fe cristiana y una promoción de las inspiraciones engañosas y doctrinas diabólicas anunciadas para los últimos días. Libros como los de Brown, unidos a la serie de Harry Potter, adoctrinan al mundo. Sin darse cuenta, mediante técnicas didácticas muy entretenidas y efectivas, la gente aprende las doctrinas antiguas, «el vino de Babilonia» que embriagará otra vez al mundo. Como dijo el apóstol Pablo: «Ten cuidado de tu conducta y de tu enseñanza» (1 Tim. 4:16).

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

PEDIR PARA DAR


Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir. Marcos 10:45.

Cristo continuamente recibía del Padre lo que habría de comunicarnos. "La palabra que habéis oído —dijo él—, no es mía, sino del Padre que me envió" (Juan 14:24)... El vivió, pensó y oró, no para sí mismo, sino para los demás. De las horas pasadas en comunión con Dios, él volvía mañana tras mañana para llevar la luz del cielo a los hombres. Diariamente recibía un nuevo bautismo del Espíritu Santo. En las primeras horas del nuevo día, Dios lo despertaba de su sueño, y su alma y sus labios eran ungidos con gracia para que pudiese impartir a los demás. Sus palabras le eran dadas frescas de las cortes del cielo para que las hablase en sazón al cansado y oprimido...
Los discípulos de Cristo estaban muy impresionados por sus oraciones y por su hábito de comunicación con Dios. Un día, tras una corta ausencia del lado de su Señor, lo encontraron absorto en una súplica. Aparentemente no notó la presencia de estos, y siguió orando en voz alta. Los corazones de los discípulos quedaron profundamente conmovidos. Cuando terminó de orar, exclamaron: "Señor, enséñanos a orar" (Luc. 11:1). En respuesta repitió el Padrenuestro, como lo había dado en el Sermón de la Montaña...
"¿Quién de vosotros —les dijo— que tenga un amigo, va a él a medianoche, y le dice: Amigo, préstame tres panes, porque un amigo mío ha venido a mí de viaje, y no tengo qué ponerle delante?" (vers. 5, 6)...
Aquí Cristo presenta al postulante pidiendo para poder dar de nuevo... De la misma manera, los discípulos habían de buscar las bendiciones de Dios. Mediante la alimentación de la multitud y el sermón sobre el pan del cielo, Cristo les había revelado la obra que harían como representantes suyos. Habían de dar el pan de vida a la gente... Las almas que estuvieran hambrientas del pan de vida vendrían a ellos, y ellos se sentirían destituidos y sin ayuda. Debían recibir alimento espiritual, o no tendrían nada para impartir. Pero no habían de permitir que ningún alma se fuese sin ser alimentada. Cristo los dirige a la fuente de abastecimiento. .. Y Dios, que ha enviado a sus siervos a alimentar a los hambrientos, ¿no suplirá sus necesidades para su propia obra?— Review and Herald, 11 de agosto de 1910; parcialmente en Palabras de vida del gran Maestro, pp. 105-107.

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

miércoles, 27 de marzo de 2013

LA PRUEBA DE MARIE



Lugar: Islas del Caribe 
Palabra de Dios: Ezequiel 20:20

Los exámenes escritos habían sido difíciles. Marie miró los nombres en la cartelera y exhaló un suspiro de alivio: había aprobado. Después de doce años de escuela, casi había terminado. Todo lo que le quedaba eran los exámenes orales, y luego estaría lista para graduarse.
Pero, cuando Marie vio las fechas de los exámenes orales, se decepcionó. "Debe haber algún error", pensó. "No puedo hacer el examen mañana, es sábado". Pero, no era un error. El único día en que podía presentar su examen oral era al día siguiente, porque ese era el día en que estaría el profesor visitante que había venido desde Francia.
"¿Qué voy a hacer?", se preguntó Marie. Había podido asistir al colegio todos estos años sin ir a clases los sábados. Ahora, que casi había terminado, un examen se interpondría en su camino. ¿Cómo podía dejar que se desperdiciaran todos sus años de estudios? Seguramente estaría bien hacer este examen; Dios lo entendería.
Pero, Marie decidió que debía ser fiel al Señor, en cuanto al sábado.  El sábado era más importante que los exámenes orales. Entregaría su futuro en las manos de Dios. Esa tarde, ella y su pastor fueron a hablar con el director.
-Lo siento. No hay nada que yo pueda hacer -les explicó el administrador-. El profesor de Francia tiene muy poco tiempo. Si quieren hablar con él, llegará dentro de una hora.
La situación parecía desesperada, pero Dios cuidó de Marie. El profesor francés fue muy complaciente.
-He oído hablar de tu fidelidad a tus convicciones religiosas -dijo-. Vamos a dejar que rindas el examen esta tarde.
Marie aprobó el examen. Ella había sido fiel al Mandamiento:
"Observen mis sábados como días consagrados a mí, como señal entre ustedes y yo, para que reconozcan que yo soy el Señor su Dios".

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

OPINIÓN VERSUS CONVICCIÓN


Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí. Salmo 40:8.

Ser cristiana significa ser una seguidora de Jesús y estar dispuesta a deponer la opinión personal para hacer su voluntad. Somos muchas las que deseamos recibir sus bendiciones y beneficios, y pocas las que estamos dispuestas a seguir sus mandamientos, y más bien continuamos aferradas a nuestras preferencias. Si queremos que Dios reine soberano en nosotras y nuestras familias necesitamos, con docilidad y fe, deponer el «yo creo», para dar paso al «así dice el Señor».
Si lo que hacemos está en armonía con la voluntad de Dios, nos mostramos dóciles y sumisas. Sin embargo, cuando lo que deseamos se opone a su voluntad, interpretamos sus deseos arguyendo: «Yo creo que Dios me entenderá si hago esto o aquello»; cuando así actuamos, pisamos terreno peligroso. No te confíes. No es tan sencillo actuar en consonancia con tales pensamientos, pues tiene consecuencias. Evita acostumbrarte a las reacciones que surgen en tu mente y evita justificarlas, no es tanto sacrificio si lo analizas bien.
Debemos vivir con la convicción de que lo que Dios dice está por encima de nuestras opiniones personales y deseos egoístas. No permitamos que nuestros conceptos nos vuelvan ególatras y banales, sin sentido espiritual, pues nos haremos insensibles a la voz del Espíritu Santo, y correremos el riesgo de ser abandonadas a nuestra propia suerte.
Cuando tengas dudas respecto a la voluntad de Dios, recuerda que él:
  • Desea lo mejor para ti.
  • Te ama con amor incondicional.
  • Conoce tu vida de principio a fin y sabe lo que te conviene.
  • Te concede una gran importancia.
  • Es sensible a tus necesidades.
  • Tiene mil soluciones para tus problemas, aunque tú no encuentres ninguna.
  • Su respuesta vendrá en reciprocidad a tu entrega.
  • No te dejará sola jamás.

En la conducción de tu hogar, en tu relación matrimonial, en la educación de tus hijos, en el trato con tu prójimo, déjate guiar por un «así dice el Señor» y no pensarás que tus actos son un sacrificio.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

FALSOS MILAGROS Y FALSOS PROFETAS


Esto es lo que dice el Señor contra ustedes, profetas que descarrían a mi pueblo: «Con el estómago lleno, invitan a la paz; con el vientre vacío, declaran la guerra» (Miqueas 3:5).

Según Miqueas 3:5, el principal pecado de los falsos dirigentes consistía en que inducían al error a la gente y la hacían pecar. ¡Cuán grande es la culpa de aquel que desvía a otros del camino recto! Miqueas se refiere a las tinieblas espirituales que envuelven a esa gente. Proclaman embusteramente la paz cuando las cosas van de mal en peor. Los seguidores de Dios que buscan la verdad deben ser precavidos y estar alerta para distinguir a los falsos predicadores, para protegerse de sus estragos.
No siempre es fácil discernir las simuladas pretensiones de algunos. En cierta ocasión, cuando el rey Enrique II de Inglaterra se encontraba de peregrinación en el Santuario de San Albano, un mendigo, que pretendía haber nacido ciego, anunció que súbitamente había recibido la vista. Las campanas de la iglesia comenzaron a repicar para celebrar el milagro. Pero el duque Humphrey de Gloucester, que acompañaba al monarca, no creyó las pretensiones del mendigo.
Llamó al hombre y le preguntó en privado si era verdad que había nacido ciego. Tanto el mendigo como su esposa aseguraron al duque que, efectivamente, así había sido. Humphrey aconsejó que le diera gloria a Dios. A continuación, mirando fijamente a los ojos al mendigo, le dijo:
—Ya lo creo que naciste ciego, porque me parece que todavía no puedes ver bien.
—Pero claro que sí, señor —replicó el mendigo—; ahora puedo ver tan bien como cualquiera.
—Entonces dime —lo intimó el duque—: ¿de qué color es mi túnica?
Para demostrar lo bien que veía, el mendigo no solamente le dijo de qué color era su túnica, sino que dio una información exacta de los colores de todas las túnicas que usaban, y los nombres de todos los que los rodeaban.
Entonces el duque Humphrey demostró que era impostor al decir: «Aunque pudieras haber recibido milagrosamente la vista, es totalmente imposible que con la misma celeridad hayas aprendido los nombres de todos ellos».
Los milagros y los engaños de Satanás serán grandes y sutiles. Muy convincentes. Millares de personas ansiosas de ver y creer grandes cosas serán engañadas. Los ojos y los oídos no podrán detectar el engaño. Solo el conocimiento de Dios y de su Palabra nos salvará. Dedica un tiempo para evaluar tu vida espiritual. ¿Sigues un cristianismo basado en sentimientos y señales, o se fundamenta en un «Escrito está»? Hoy defines el camino que seguirás.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

REUNIR O ESPARCIR


El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Mateo 12:30.

Los hombres y las mujeres a medio convertir, se convierten en cristianos a medias. Son árboles sin frutos. Cristo busca en vano encontrar fruto en ellos; no encuentra sino hojas...
Si se pudiera servir a Cristo y al yo a la misma vez, un gran número se uniría a las filas de aquellos que viajan rumbo al cielo. Pero Jesús no llama a estos. Su causa no necesita este tipo de adherentes.
Los verdaderos seguidores de Cristo emplean su conocimiento para hacer a otros receptores de su gracia. Con sus lámparas llenas de aceite santo, salen a dar luz a los que están en tinieblas. Tales obreros ven a muchas almas tornarse al Señor. Nuevas verdades les son reveladas constantemente, y a medida que las reciben, las imparten.
Quienes han roto las ataduras del pecado, han buscado al Señor con quebrantamiento de corazón y han obtenido respuesta a sus pedidos fervientes por justicia, nunca son fríos ni faltos de espíritu. Advierten que tienen una función que cumplir en la obra de la ganancia de almas. Velan, oran y trabajan por la salvación de las almas. Moldeados y formados por el Espíritu Santo, ganan profundidad y amplitud y estabilidad de carácter cristiano. Obtienen felicidad espiritual perdurable. Al caminar en las huellas de Cristo, se identifican con él en sus planes abnegados. Tales cristianos no son fríos ni duros. Sus corazones están llenos de amor desinteresado por los pecadores. Rechazan toda ambición mundanal, todo egoísmo. El contacto con las cosas profundas de Dios los hace más y más como su Salvador. Se alegran en sus triunfos; están llenos de su gozo. Día tras día están creciendo para alcanzar la estatura plena de hombres y mujeres en Cristo Jesús...
Por la manera en que hacemos la obra que Cristo nos ha dado para hacer en su ausencia, decidimos nuestro destino eterno... Cristo, el Dueño de casa, se ha ido a preparar mansiones para nosotros en la ciudad celestial. Estamos esperando su regreso. Honrémosle en su ausencia haciendo fielmente la obra que ha colocado en nuestras manos. Nos hemos de preparar para su regreso al esperar, velar y trabajar.—

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

martes, 26 de marzo de 2013

TRASPLANTE DE CORAZÓN


Lugar: Sudáfrica 
Palabra de Dios: Ezequiel 36:26

Mientras la mayor parte de los habitantes de Ciudad del Cabo, Sudáfrica, dormían, médicos y enfermeros del Hospital Groóte Schuur estaban ocupados trabajando. La fecha era el 3 de diciembre de 1967; la hora, poco después de medianoche.
Sobre la mesa de operaciones yacía Luis Washkansky, un hombre de negocios sudafricano de 53 años. Había sufrido varios ataques cardíacos, que dejaron sus músculos cardíacos débiles y fallando. Sin un corazón nuevo, moriría. Y es por eso que, a pesar de los riesgos involucrados, el señor Washkansky había estado de acuerdo en que le hicieran un trasplante de corazón; la primera operación de ese tipo realizada alguna vez.
El doctor Christiaan Barnard, jefe del Departamento de Cirugía Cardiotorácica del Hospital Groóte Schuur, dirigió al equipo médico en la operación, que duró casi seis horas. Puedes imaginarte la tensión que debió haberse vivido en esa sala de operaciones. Los cirujanos, los cardiólogos, los anestesistas, las enfermeras y los técnicos médicos cumplían con exactitud sus responsabilidades. Poco antes de las seis de la mañana le dieron un choque eléctrico al nuevo corazón, para que comenzara a funcionar. ¡El primer trasplante de corazón en el mundo había sido un éxito!
Lamentablemente, a causa de algunas complicaciones, el señor Washkansky murió de neumonía, unas semanas más tarde. Pero, la operación para trasplantarle un corazón fue un hito en el desarrollo médico. Y ahora, varias décadas más tarde, miles de personas cada año reciben trasplantes cardíacos. Los cirujanos remplazan los corazones enfermos por corazones sanos, que les permiten seguir viviendo.
Y eso es lo que tú y yo necesitamos: un nuevo corazón. No el órgano que bombea sangre a nuestro cuerpo, sino un corazón espiritual, pues el nuestro está enfermo por el pecado. Dios dice: "Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne". Para poder vivir espiritualmente necesitamos de un corazón nuevo. ¿Aceptarás hoy el ofrecimiento de Dios?

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

EXPERTO EN RESTAURACIÓN


Les daré salud y los curaré; los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad. Jeremías 33:6.

Uno de los relatos más hermosos de la Biblia, especialmente para nosotras las damas, es el de la mujer que tocó el manto de Jesucristo. No conocemos su nombre ni de dónde era. Bendita fue, pues gracias a que fue sanada, nosotras podemos tener la certeza de que Dios el Todopoderoso no escatima en sus cuidados. La referencia bíblica nos dice únicamente que padecía de hemorragias desde hacía doce años, y había gastado todos sus recursos buscando salud.
A nosotras las mujeres nos impresionan estos hechos profundamente, pues nos resultan muy cercanos. Sabemos lo que esa mujer padecía, y si nos pusiéramos en su lugar, seguramente también entenderíamos los sentimientos y las emociones que experimentaba con respecto a ella misma y hacia los demás, con ese desgaste físico y también emocional, con sus cambios hormonales y el fastidio de diversas situaciones por las que seguramente tuvo que pasar durante tanto tiempo.
¿Baja autoestima? ¿Vergüenza? ¿Impotencia? ¿Desesperación? Posiblemente estos eran los estados emocionales más frecuentes que asaltaban la mente y el corazón de aquella pobre mujer. En la época de Jesús, el sangramiento de la mujer, al igual que la lepra, era considerado inmundicia, y quien padecía alguno de ellos era confinado a la soledad y al ostracismo. En tales condiciones ella decidió tener un encuentro con Cristo, y fue así como se produjo el más maravilloso de los milagros: «Ella se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, y al instante cesó su hemorragia» (Luc. 8:44). Fue una restauración instantánea y total. En un abrir y cerrar de ojos la mujer fue librada de su mal, no quedó en ella el más mínimo vestigio de su enfermedad.
La buena noticia para hoy es que Jesús tiene poder para restaurar a todos aquellos que se sienten atrapados en el pecado y la enfermedad. Los que caminan en un callejón sin salida. Los que se sienten solos e incomprendidos. Los cautivos del dolor y la desesperación.
Si tú eres uno de ellos, confía; confía y no dejes de confiar hasta que la mano poderosa de Dios se mueva a tu favor. Dile al Señor: «Si quieres, puedes limpiarme» (Mar. 1:40). Ten fe y pronto verás resultados.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado

LA SORPRESA DEL REY ARAÑA


Mandó entonces que se reunieran los magos, hechiceros, adivinos y astrólogos de su reino, para que le dijeran lo que había soñado (Daniel 2:2).

Luis XI (1423-1483), el gran «rey araña» de Francia, tenía debilidad por la astrología. Robert Greene y Joost Elffers comentan en su libro Las 48 leyes del poder, que cierto día el astrólogo de la corte predijo al monarca que una de las cortesanas moriría en un lapso de ocho días. Cuando la profecía se cumplió, Luis XI se sintió aterrado. Pensó que, o bien el astrólogo había asesinado a la mujer para probar la exactitud de su profecía, o era tan versado en su ciencia que sus poderes constituían una amenaza para el propio rey.  Cualquiera que fuera el caso, merecía la muerte.
Una tarde, Luis XI llamó al astrólogo a su habitación, ubicada en lo alto del castillo. Antes de que el hombre llegara, el rey indicó a sus sirvientes que, cuando él diera la señal, debían apresar al adivino, llevarlo hasta la ventana y arrojarlo al vacío.
El vaticinador llegó a los aposentos del rey, pero antes de dar la señal, Luis XI resolvió hacerle una última pregunta: «Usted afirma entender de astrología y conocer el destino de los demás, así que dígame cuánto tiempo de vida le queda».
«Moriré exactamente tres días antes que Su Majestad», respondió el astrólogo. El rey y nunca dio la señal a sus siervos. Le perdonó la vida y no solamente lo protegió durante toda su vida, sino que lo colmó de obsequios e hizo que lo atendieran los mejores médicos de la corte. El adivino vivió varios años.
Ingenio, habilidad para sobrevivir. La mentira elevada a la altura del arte. La astrología es la ciencia del engaño, nunca «derrotada» a lo largo de la historia. Únicamente Dios conoce los secretos de su poder y de sus relaciones con fuerzas sumamente peligrosas.
Por eso dio a su pueblo indicaciones precisas y muy enfáticas de no permitir su existencia. Hoy la astrología, el ocultismo, el espiritismo, que están emparentados y comparten el mismo poder generador, adquieren diversas formas. Procura no tener que ver con ellos. Tienen el poder seductor de la serpiente.
No es extraño que, en la actualidad, las multitudes sigan seducidas como Luis XI, el gran «rey araña» de la vieja Francia. No confíes en la cultura ni en la educación en este caso. Los más instruidos y los más cultos están seducidos también por este poder. Recuerda lo que Dios ordenó a su pueblo: no permitir su existencia cerca de tu vida.

Tomado de Meditaciones Matutinas para jóvenes
¿Sabías que..? Relatos y anécdotas para jóvenes
Por Félix H. Cortez

¿QUÉ DEBO HACER PARA SER SALVO?


No me elegisteis vosotros a mí, sino quejo os elegía vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca. Juan 15:16.

Cristo siempre reprendió a los fariseos por su justicia propia... Se exaltaban hasta lo sumo en cada oportunidad por tener las Escrituras, por conocer al Dios verdadero, pero sus corazones no estaban llenos de gratitud a Dios por su gran bondad hacia ellos. Se presentaban llenos de orgullo espiritual, y su tema era el yo: "yo mismo, mis sentimientos, mi conocimiento, mis caminos". Sus propios logros se convirtieron en la norma por la cual medían a otros...
Que todo discípulo de Cristo pregunte humildemente, ¿qué debo hacer para ser salvo? Si deseamos sinceramente entender, sabremos. No es por nuestras riquezas, nuestro conocimiento, nuestra posición superior, que Jesús nos ama y bendice, sino porque creemos en él como nuestro Salvador personal. Jesús nos amó cuando éramos aún pecadores, pero habiéndonos escogido, él dice que nos ha ordenado que salgamos y produzcamos fruto. ¿Tiene cada uno algo que hacer? Ciertamente; cada persona que está uncida al yugo con Cristo debe soportar esta carga, trabajar en los surcos de Cristo... El amor perdonador de la vida de Cristo en el alma es una fuente de agua que brota para vida eterna. Si la fuente de agua está en el corazón, entonces la vida entera revelará el hecho, y la gracia refrescante de Dios se hará manifiesta.
La religión no consiste simplemente en tener sentimientos de gozo, en ser conscientes de tener privilegios y luz, en tener emociones extáticas, mientras se emplean todas las energías en mantener un equilibrio en la vida cristiana, a la vez que no se hace nada por la salvación de las almas. La religión consiste en practicar las palabras de Cristo; permanecer como centinelas fieles, no haciendo para ganar la salvación, sino porque, sin merecerlo, usted ha recibido el don celestial. La religión consiste en obrar los planes de Dios, en cooperar con las inteligencias del cielo...
Si proseguimos en el conocimiento del Señor, nuestra perspectiva se ampliará. No será limitada por el yo. Debemos orar al Señor para que amplíe nuestra comprensión, para que no solo entendamos que Jesús es nuestro sustituto y garante, sino que pertenezcamos a él como su posesión comprada. Pablo dice: "Habéis sido comprados por precio—y deriva esta conclusión—; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios" (1 Cor. 6:20).— Signs of the Times, 17 de diciembre de 1894

Tomado de Meditaciones Matutinas para adultos
Desde el Corazón
Por Elena G. de White

lunes, 25 de marzo de 2013

ÁRBOL VENENOSO


Lugar: India
Palabra de Dios: Génesis 2:16,17

Si viajas a India, mantente lejos del árbol Cerbero odollam que se encuentra en los pantanos y los arroyos de la costa sur del país. Este árbol es causante de alrededor del cincuenta por ciento de todos los casos de envenenamiento por plantas, y del diez por ciento del total de casos de envenenamiento en el estado sudoeste de Kerala.
El árbol odollam mide cerca de quince metros de alto. Tiene hojas verde oscuro y grandes flores blancas, que exhalan una fragancia dulce y delicada. Cuando el fruto está verde, se parece a un mango pequeño, y a veces tienta a los niños a comerlo. Pero, no permitas que el aroma de las flores o la apariencia de la fruta te engañen: el árbol contiene un veneno llamado cerberin, que detiene el corazón, matando a la persona en tres o seis horas.
Ahora que sabes cuan peligroso es el árbol, probablemente quieres mantenerte alejado de él. Y eso es lo que Adán y Eva debieron haber hecho cuando vivían en el Jardín del Edén. Puedes leer la historia en el libro de Génesis. Dios les dijo: "Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás".
Bueno, un día, mientras Eva caminaba por allí, se dio cuenta de que estaba al lado del árbol prohibido. Comió del fruto, y dio también de él a Adán. Desobedecieron a Dios, y su pecado los condenó a la muerte eterna, junto con el resto de sus descendientes (incluyéndonos a ti y a mí).
Pero, Dios no quería que nadie muriera. En lugar de ello, Jesús -Dios Hijo- vino a nuestro mundo a morir en lugar de nosotros. Gracias a su sacrificio, podemos vivir para siempre con él. No envenenes tu vida con cosas de este mundo, sino acepta a Jesús en tu corazón. La elección es tuya.

Tomado de Devocionales para menores
En algún lugar del mundo
Por Helen Lee Robinson

ÉL ES QUIEN TE SACA DEL HOYO


Él perdona todos tus pecados y sana todas tus dolencias; él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión; él colma de bienes tu vida y te rejuvenece como a las águilas. Salmo 103:3-5.

Se dice que uno de los hoyos más profundos causados en forma espontánea por la naturaleza se produjo en Guatemala debido a una filtración de aguas negras; se asegura que tenía decenas de metros de profundidad y que varias personas e incluso casas cayeron en él, y no volvieron a ver nunca más la luz del día.
Caer en un hoyo puede ser fatal; la Biblia hace alusión a la caída en otro, tipo de hoyo: el hoyo de la desesperanza, la desesperación, la angustia y el dolor. Quien se encuentra en cualquiera de estas situaciones piensa que todo está perdido e, intentando salir con sus propios recursos, a veces se hunde más en él. Con la ayuda de Dios, hemos de caminar bien alertas para no caer nunca en este hoyo.
Cuando una persona es presa de la desesperanza, la angustia y el dolor, tiene una sensación de pérdida irrecuperable, siente desprecio por su propia vida y, en la oscuridad total, se siente impotente y desolada, al borde del suicidio en algunas ocasiones. Esta sensación puede ser tan intensa que la persona solamente ve su propio dolor y no puede ver la mano de Dios extendida hacia ella, dispuesto a rescatarla. Sin duda ha llegado ahí por el peso de sus culpas, errores y falta de fe en Dios, por lo que desconfía de sí misma.
Dios se ofrece voluntariamente para sacarnos del hoyo, aun del más profundo. En su Palabra leemos: «Él rescata tu vida del sepulcro y te cubre de amor y compasión» (Sal. 103:4). ¿Habrá hoyo más profundo que el sepulcro?
Sacarnos del hoyo, del sepulcro, incluye el perdón de los pecados y la restauración total de las capacidades que creíamos perdidas. Además de que somos abrigados con un manto de amor y de compasión.
Amiga, ¿sientes que en el momento que estás viviendo, moras en un hoyo oscuro y cenagoso y que no tienes ni encuentras la forma de salir de él? Recuerda, la promesa del Señor para ti es: «A pesar de todo, no habrá más penumbra para el que estuvo .angustiado» (Isa. 9:1).
Aférrate a esta magnífica promesa y pronto podrás nuevamente ver la luz de la esperanza. Recuerda que no estás sola, él está contigo.

Tomado de Meditaciones Matutinas para la mujer
Aliento para cada día
Por Erna Alvarado