Materiales: Algo para vendar los ojos.
«Recurrí al Señor, y él me contestó». Salmo 34: 4
Con la ayuda de mami, véndate los ojos y trata de caminar sin tropezarte. Es difícil, ¿cierto? Así se sienten las personas que no pueden ver. ¡Qué bueno que tú sí puedes ver!
Jesús hizo un milagro en Jericó. Él iba saliendo de la ciudad con sus discípulos seguido también por mucha gente. Un ciego llamado Bartimeo estaba sentado junto al camino. Al oír él que Jesús pasaba por allí, comenzó a gritar: «¡Jesús, hijo de David, ten compasión de mí!».
Entonces Jesús se detuvo y le preguntó: «¿Qué quieres que haga por ti?». El ciego le contestó: «Maestro, quiero ver». Jesús le dijo: «Puedes irte, por tu fe has sido sanado». Y en aquel instante el ciego recobró la vista. Bartimeo estaba muy feliz con aquel milagro. Podía ver el cielo, las flores, y todo lo que le rodeaba.
¡Qué maravilloso! Jesús escuchó las oraciones de Bartimeo. Y también puede escuchar las tuyas. Así que si te enfermas puedes pedirle a Jesús que te sane y él lo hará, porque siempre escucha tus oraciones.
Oración: Querido Jesús, ayúdame a recordar que siempre escuchas mi oración.
Tomado de devocionales para preescolares 2016
Pasito a pasito, Crezco y aprendo
¡Vive y crece sanamente!
Por: Kathy Hernández de Polanco
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